Durante la temporada navideña, la emoción por celebrar suele venir acompañada de un riesgo silencioso: gastar por encima de las posibilidades. Entre el árbol, las cenas, los viajes, los regalos, los intercambios y los adornos, una mala planificación puede cobrar factura en enero.
Para prevenirlo, especialistas en educación financiera proponen una guía práctica y aplicable para cerrar el año con tranquilidad y sin deudas.
“Navidad es sinónimo de celebración, pero si no planeas con cuidado, la alegría de diciembre puede transformarse en estrés en enero”, dijo Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera en Banamex.
De acuerdo con el experto, el primer paso es emocional. Se debe priorizar lo que realmente importa: el bienestar familiar, los buenos momentos y recuerdos antes que compras impulsivas o gastos innecesarios.
“Un paseo, una actividad en casa o una cena hecha en familia pueden tener más impacto que un regalo caro”, aseguró.
Luego, explicó que está definir un presupuesto puede hacer la diferencia entre una feliz Navidad y convertir enero en un mes cuesta arriba.
El especialista recomienda definir límites claros para regalos, cenas y adornos, así como anotarlo todo y, de ser posible, apartarlo en efectivo para no pagar de más; además, hacer listas, comparar precios y adelantar compras ayuda a evitar las decisiones de último minuto que disparan el gasto.
La creatividad también es aliada. Ordaz recordó que los detalles hechos a mano o las experiencias personalizadas pueden ser más valiosos que los obsequios comerciales.
“Un detalle personalizado muchas veces vale más por su significado que por su precio”, agregó.
¿Y el aguinaldo? Usarlo bien puede cambiar todo
Diciembre trae uno de los ingresos más esperados del año. Según director de Educación Financiera en Banamex, no debe verse solamente como un recurso extra para las fiestas, sino como la oportunidad perfecta para mejorar las finanzas personales.
Primero, sugiere destinar una parte a liquidar o reducir deudas, porque si superan el 30 por ciento del ingreso mensual pueden crecer “como una bola de nieve”.
Después, recomendó aprovechar el aguinaldo para inversiones domésticas que prevengan gastos mayores: mantenimiento del auto, del hogar, reemplazo de electrodomésticos o pagar un seguro médico. Solo cuando estas bases estén cubiertas es momento de pensar en regalos, viajes o cenas.
“La clave está en la planeación”, dijo.
Para quienes llegan a diciembre sin deudas, el aguinaldo puede convertirse en un trampolín: aumentar el ahorro, invertir desde montos pequeños, contratar un seguro o incluso pagar cursos que abran oportunidades laborales en 2026.
Control, seguridad y anticipación: la otra mitad del plan
Ordaz insistió en que un buen presupuesto incluye todos los rubros: regalos, intercambios, decoración, salidas especiales, pago de deudas y viajes. También aconseja aprovechar compras anticipadas y comparar precios antes de dejarse llevar por promociones.
Otro punto crítico es la seguridad digital: generar CVV temporales, activar alertas de movimiento y revisar la aplicación digital del banco para detectar cargos no reconocidos. En una temporada marcada por compras en línea, la prevención es clave, comentó.
Por último, dejar una reserva para enero. La llamada “cuesta” no tiene por qué ser dolorosa si se guarda una parte de los ingresos extraordinarios para el arranque del año.
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cehr