Luego de que en marzo pasado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la economía mexicana sufriría una contracción de 1.3 por ciento en 2025, ahora el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se ubicará en 0.7 por ciento, para el siguiente año ascenderá a 1.2 por ciento y en 2027 será de 1.7 por ciento.
“Se proyecta que la economía crezca 1.2 por ciento en 2026 y 1.7 por ciento en 2027, después de un 0.7 por ciento en 2025”, asimismo, el organismo redujo en 0.1 puntos porcentuales las proyecciones de este año y del siguiente desde su última perspectiva de septiembre, cuando pronosticó que sería de 0.8 por ciento y de 1.3 por ciento, respectivamente.
- EL DATO: DADA LA vulnerabilidad de México al cambio climático, la OCDE señala que es necesaria una ampliación en la cobertura de seguros contra riesgos climáticos.
Destacó que en 2025 el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sirvió “como escudo” para mitigar las restricciones comerciales y la incertidumbre que permea en el país. Y añadió que la mayoría de lo que se exporta se hace al amparo del acuerdo comercial, es decir, enfrentan un arancel de 0.0 por ciento, por lo que la participación de las exportaciones mexicanas se incrementó, al inicio del año era de 50 por ciento, y ahora, de 80 por ciento.

Cae producción industrial 0.7% anual
- ECONOMÍA Estimaciones del crecimiento del PIB de México desde diciembre de 2024 hasta el mismo mes de 2025.
Sostuvo que la actividad económica mexicana se mantuvo resiliente en el primer semestre del año a pesar de la incertidumbre global, pero en el tercer trimestre del año el PIB registró una contracción de 0.3 por ciento; y el consumo privado se ha moderado en sintonía con el debilitamiento en la creación de empleos, en específico del sector manufacturero; mientras que las exportaciones automotrices cayeron, pero las no automotrices “se mantienen resilientes gracias a la sólida demanda de Estados Unidos”.
No obstante, la inversión privada se ha desacelerado como resultado de una alta incertidumbre, y aunque la inflación general bajó a 3.6 por ciento en el décimo mes del año, la subyacente, la que mide el precio de los bienes y servicios, pero que no incluye energía y alimentos, se mantiene por arriba de 4.0 por ciento, en el límite del rango objetivo del Banco de México (Banxico).
“La inflación de bienes ha aumentado, mientras que la de servicios desciende gradualmente. El desempleo, en 3.0 por ciento en septiembre, se mantiene cerca de mínimos históricos, aunque la participación laboral ha disminuido recientemente. La tasa de informalidad sigue cercana al 55 por ciento del empleo total”, de ahí que haya reducido su expectativa para ubicarla en 0.7 por ciento.
No obstante, pronosticó que en los siguientes dos años las exportaciones que no ingresen a Estados Unidos bajo el T-MEC seguirán enfrentado un arancel de 25 por ciento, también los automóviles, autopartes, camiones y componentes de camiones, 25 por ciento; y también las importaciones estadounidenses de productos de acero, aluminio, cobre semielaborado y derivados intensivos de cobre de 50 por ciento.
En lo que respecta a los siguientes dos años, la OCDE estimó que el consumo privado tendrá respaldo en el bajo desempleo que hay en el país y en que la inflación disminuirá. Sobre la inversión privada consideró que “se beneficiará gradualmente de menores tasas de interés, aunque seguirá limitada por la elevada incertidumbre interna y global”; mientras que la inversión pública se verá limitada por el esfuerzo del Gobierno de México para reducir el déficit fiscal.
“La inflación caerá de manera gradual, aunque las perspectivas para el crecimiento y la inflación siguen siendo inciertas… Dada la alta exposición de México al mercado estadounidense, la desaceleración proyectada en Estados Unidos y el endurecimiento de las condiciones financieras podrían afectar más de lo previsto a las exportaciones y la inversión. Además, una mayor aversión al riesgo global y la volatilidad cambiaria podrían elevar los costos de financiamiento soberano y limitar aún más el espacio fiscal”, puntualizó.
La OCDE añadió que si México impone aranceles a las importaciones desde países con los que no tiene acuerdos comerciales se podría generar un alza en los precios de las mercancías.
- EL TIP: LA PERSPECTIVA de crecimiento de la economía para el siguiente año es de 1.2%, y para 2027 se pronostica que alcance 1.7%.
“En el escenario positivo, una reducción de la incertidumbre —por ejemplo, mediante una rápida y exitosa renegociación del T-MEC— podría impulsar la inversión y las exportaciones con mayor fuerza de lo anticipado”, acotó.
A su vez, destacó que, si el país mejora la recaudación del impuesto a la propiedad inmobiliaria, incluso al hacer uso de la digitalización, entonces los ingresos fiscales podrían aumentar, se reduciría el déficit y se tendría un gasto adicional para que se use en “áreas que potencian la productividad” como puede ser la educación.
“Ampliar la formación profesional fortalecería la disponibilidad de habilidades técnicas, impulsando la competitividad y facilitando el acceso a empleos formales. Simplificar y digitalizar las regulaciones empresariales facilitaría la creación y el crecimiento de empresas y apoyaría la generación de empleo”, concluyó.

