Bancos resentirán efectos en seis meses

Alertan de colapso sin reestructura de créditos

El expresidente de la Condusef, Mario Di Costanzo, recomienda iniciativa que dé más tiempo de pago a usuarios; instituciones con niveles bajos de capitalización, en riesgo

El programa de congelamiento de pago hubiera arrojado mejores resultados si la economía mexicana presentara signos de recuperación
El programa de congelamiento de pago hubiera arrojado mejores resultados si la economía mexicana presentara signos de recuperaciónFoto: Pixabay
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Una vez que termine el Programa de Diferimiento de Pagos que lanzó el sector bancario en apoyo a sus cuentahabientes ante la crisis del Covid-19, es urgente contar con un esquema de reestructuración de financiamientos, pues de lo contrario en seis meses se tendrá un problema de deuda importante, alertó Mario Di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

En entrevista con La Razón, el experto en temas financieros comentó que el programa de congelamiento de pago hubiera arrojado mejores resultados si la economía mexicana presentara signos de recuperación actualmente; sin embargo, ésta se ha deteriorado y ha dejado un millón de desempleados sin la posibilidad de hacerle frente a sus deudas.

Datos de la Asociación de Bancos de México (ABM) revelaron que, hasta el 30 de junio pasado, estaban inscritos nueve millones de créditos en el programa de diferimiento de intereses y capital, con un billón de pesos en cartera.

Gráfico
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“Mi estimación es que de los nueve millones de créditos que se inscribieron al programa, lejos de distribuir los créditos emproblemados, van a aumentar, porque el desempleo ha seguido en aumento y los ingresos de las personas han caído”, señaló Di Costanzo.

En este sentido, recordó que fue este esquema el que limitó el alza en el Índice de Morosidad (Imor) en las instituciones bancarias. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el indicador de la cartera total se situó en 2.14 por ciento hasta junio.

Al respecto, Di Costanzo refirió que sin el programa el Imor general debería ubicarse por arriba de cinco por ciento, una cifra no vista desde las crisis pasadas. “Si sumamos la cartera que está emproblemada de los créditos en morosidad nos da 9.8 millones de créditos, con cartera de 1.25 billones de pesos”.

En su opinión, el programa de reestructuración que debe presentar la banca ya no debe enfocarse en congelar la deuda, sino aprovechar que la tasa de interés del Banxico ha bajado a 4.50 por ciento, y otorgar un plazo mayor y menores cuotas.

PELIGRO

Di Costanzo puntualizó que, aunque hay un riesgo potencial de deudores, aún no hay un peligro latente de quiebra para los bancos, al menos “de los grandes, pero de los pequeños sí, sobre todo aquellos que tengan un Índice de Capitalización (Icap) bajo”.

Datos a mayo de la CNBV señalan que ABC Capital cuenta con un Icapde 10.84 por ciento, seguido de Autofin, con 11.80 por ciento; y el Inmobiliario Mexicano, con 12.58 por ciento; que a su vez presentaron un Imor de 8.8 por ciento, 5.78 por ciento y 3.28 por ciento, respectivamente, en el quinto mes del año.

  • El dato: La iniciativa buscaba aplazar los pagos de los clientes bancarios de cuatro a seis meses, con la finalidad de apoyar a los clientes a enfrentar la crisis económica de la pandemia.