Piden cuidado a largo plazo por deuda de 1.17 bdp para 2023

El endeudamiento histórico aprobado por el Congreso para 2023 de más de un billón de pesos, aún es manejable en el corto plazo, pero la siguiente administración tendrá que impulsar una nueva reforma fiscal que garantice ingresos suficientes para solventar el gasto público los siguientes años, consideraron especialistas.

Como parte del paquete económico para 2023, en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) avalada la víspera por diputados y senadores, se aprobaron 1.17 billones de pesos derivados de financiamientos, con lo cual el techo de endeudamiento, conocido como Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), se elevó a 1.29 billones de pesos, ambos montos récord.

Los analistas destacaron que si bien, la deuda pública se mantiene estable en menos de 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el Gobierno incumple su compromiso de austeridad y de no incurrir en más endeudamiento, por lo cual se debe cuidar no llegar a montos difíciles de manejar y heredar un problema mayor a las generaciones futuras.

Como parte de la LIF 2023, que prevé ingresos por casi 8.3 billones de pesos, los legisladores aprobaron ingresos derivados de financiamientos por 1.17 billones de pesos, cifra mayor en 22 por ciento frente a 2022, que equivale a 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto, superior al 3.1 por ciento aprobado para 2022.

Por su parte, el endeudamiento neto o RFSP para 2023 es de 1.29 billones de pesos, con un aumento de 23.4 por ciento al aprobado para este año o 4.1 por ciento del PIB, la mayor proporción desde lo observado en 2015 y superior al 3.5 por ciento de 2022.

Además, en 2023 se espera un costo financiero de la deuda pública (pago de interés, comisiones y gastos derivados del servicio de la misma) de 1.07 billones de pesos, 30 por ciento por arriba al aprobado en 2022 y 3.4 por ciento del PIB, la mayor proporción desde inicios del milenio y por arriba del 2.8 por ciento aprobado para este año. Con este endeudamiento, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda, aumentaría a 49.4 por ciento del PIB, ligeramente menor al 51.0 por ciento aprobado para 2022.

El coordinador de ingresos y deuda del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Ricardo Cantú Calderón, resaltó que para 2023 se está incurriendo en mayor endeudamiento, pero también se pagará más por ella, debido al actual ciclo de altas tasas de interés a nivel global.

Consideró que los recursos para solventar la deuda podrían destinarse para invertir en otros rubros prioritarios como educación, salud o infraestructura física, en vez de heredar compromisos de pagos a futuras generaciones de mexicanos.

En entrevista con La Razón, estimó que, con lo aprobado por el Congreso de la Unión, la deuda por habitante se elevará de 114 mil 610 pesos en 2022 a 128 mil 150 pesos en 2023, considerando el monto del SHRFSP.

Señaló que si bien la ley establece que el endeudamiento debe destinarse a inversiones productivas que generen mayor crecimiento y bienestar en la sociedad, como los recursos no están etiquetados, no se descarta la posibilidad de que se utilicen en los proyectos prioritarios de esta administración federal.

Cantú Calderón estimó que los próximos dos años todavía será manejable el endeudamiento, pero cada vez será más costoso cubrir con estos recursos el desbalance fiscal que hay de gastar más de lo que se recauda, por lo que resaltó la necesidad de impulsar una reforma fiscal que garantice mayores ingresos.

Por su parte, la coordinadora del Programa de Gasto Público de México Evalúa, Mariana Campos, afirmó que el mayor endeudamiento aprobado para 2023 muestra que “la austeridad ha muerto”, ya que la alta inflación en el país ha encarecido los insumos y merma la capacidad de pago del Gobierno.

“Está preparándose (el Gobierno) para tener un buen colchón y utilizar ingresos más bien por endeudamiento para poder hacerle frente a las obligaciones de gasto y poder adquirir insumos”, opinó.

A su vez, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, afirmó que el endeudamiento para 2023 está en línea con la meta de política financiera de mantener este indicador como porcentaje del PIB de forma “constante y estabilizado” por debajo del 50 por ciento, como lo evalúan las calificadoras, y destinarlo a obra pública productiva, en cumplimiento de la ley.