Intereses llegaron a un nivel histórico contra altos precios

Las tasas de interés en México se dispararon a un nivel histórico de 10.50 por ciento al cierre del año, como una medida para contener la escalada de precios que ha azotado a lo largo del 2022, originada por efectos de la pandemia de Covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, llevando la inflación a una tasa alrededor de 8.0 por ciento, la mayor en dos décadas.

En un entorno de alta inflación a nivel global, el Banco de México (Banxico) inició con un ciclo de aumentos a la tasa de interés de referencia en junio del 2021, elevando el costo de los créditos en un total de 600 puntos base, de 4.0 por ciento en junio de 2021 hasta su actual nivel de 10 por ciento, a fin de desalentar con ello el consumo y contribuir a frenar la inflación.

Esto, debido a que los efectos de la pandemia y del conflicto bélico han resultado ser más profundos y duraderos de lo anticipado, afectando de manera generalizada los precios de los bienes y servicios, con lo cual la inflación general se disparó de 5.88 por ciento en junio de 2021 a 7.80 por ciento en noviembre de 2022.

La gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez Ceja, consideró que la inflación general ya alcanzó su pico durante el tercer trimestre y espera que la inflación general anual descienda a partir del cuarto trimestre de 2022, con disminuciones más marcadas a lo largo de 2023, y ubicándose en niveles cercanos a 3.0 en el tercer trimestre de 2024.

Ante ello, dijo, la Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas.

Ello, con el objetivo de determinar una tasa de referencia congruente en todo momento, tanto con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3.0 por ciento en el plazo en el que opera la política monetaria como con un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros.

La Junta de Gobierno valorará la magnitud de los ajustes al alza en la tasa de referencia de sus próximas reuniones de acuerdo con las circunstancias prevalecientes.

Al respecto, Jonathan Heath, uno de los cuatro subgobernadores del Banxico, consideró que el instituto central podría comenzar a desacelerar el ritmo de incrementos a su tasa clave de interés después de cuatro aumentos consecutivos de 75 puntos base, como parte de su actual ciclo de endurecimiento monetario.

Hasta la redacción de esta información, se esperaba que el banco central aumentara por última ocasión en el año la tasa de interés en 50 puntos base -en medio de una moderación de los niveles de inflación-, de acuerdo con una encuesta del Grupo Financiero Citibanamex.

Para 2023, los analistas privados proyectan que el referencial cerrará el año en 10.38 por ciento, ligeramente por arriba de su previsión anterior de 10.00 por ciento.

“Creemos que ya podemos quizás empezar a disminuir el ritmo (de incrementos), aunque seguir aumentando porque nos estamos acercando a lo que yo creo que pudiera ser una tasa terminal”, dijo Heath a periodistas en un evento.

La tasa de interés es el precio del dinero; si Banxico la sube, lo encarece. La gente lo piensa dos veces antes de pedir prestado o de endeudarse.

El mecanismo de política monetario usado por el banco central funciona de la siguiente forma: una mayor tasa de interés reduce la demanda agregada desincentivando la inversión y el consumo, aumentando el ahorro de las personas; de esta manera se limita la cantidad de dinero disponible en la economía, con lo que el nivel de precios disminuye.

Lo contrario sucede cuando disminuye la tasa de interés; ahora las personas se ven incentivadas a invertir y consumir, ya que tener el dinero en los bancos no es la mejor opción, por lo que la cantidad disponible en la economía se incrementa, lo que hace que los precios aumenten.

Esfuerzos de la Fed ponen presión a Banxico

La Reserva Federal de Estados Unidos, al igual que otros bancos centrales, ha puesto en marcha una carrocería de aumentos en la tasa de referencia para contener los niveles elevados de inflación.

Aunque ha sido una decisión complicada, el Comité Federal del Mercado Abierto, apostó por aumentos de hasta 75 puntos base para anclar las expectativas de inflación.

En lo que va del año, sin contar la última decisión, la tasa incrementó en 425 puntos base, con históricos incrementos.

Con la tasa en 3.75 por ciento, el banco central estadounidense ubicó el costo del dinero a un récord no observado desde la crisis financiera del 2008.

En su reunión de política monetaria de septiembre, cuando la Fed apretó por tercerá ocasión consecutiva su referencial en 75 puntos base, Jerome Powell, presidente de la Reserva, aseguró que el banco debía continuar con estos aumentos hasta que se lograran bajar los precios.

La inflación de Estados Unidos llegó hasta un 9.1 por ciento en julio, alcanzando así la tasa más alta de los últimos 40 años, ubicandose como una de las más altas registradas en el mundo.

Con información de Berenice Luna