Sufre para comer 6.2% de las familias

Niños que piden limosna sostienen a casi un millón de los hogares en México

Habitantes se ven en la necesidad de realizar “prácticas socialmente no aceptadas” para llevar alimentos básicos a su mesa; en algunos casos no prueban bocado en todo el día o su dieta es limitada y poco nutritiva, según la ENIGH

Niños que piden limosna sostienen a casi un millón de los hogares en México.
Niños que piden limosna sostienen a casi un millón de los hogares en México.Foto: Especial
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Casi un millón de hogares de México se ha visto en la necesidad de mendigar (pedir limosna), mandar a los niños a trabajar o recurrir a “prácticas socialmente no aceptadas” para poder llevar alimentos a su mesa, esto bajo un entorno de elevada inflación, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2023, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las cifras reflejan que 6.2 por ciento de los hogares del país, equivalente a 959 mil 608, tuvo que realizar estas actividades, sin querer hacerlas, para conseguir comida.

De acuerdo con la Dirección General de Estadísticas Sociodemográficas del Inegi, la interpretación del término “prácticas socialmente no aceptadas” se deja a criterio de los informantes. Al respecto, fuentes cercanas al Instituto que pidieron no ser mencionadas señalan que se incluyen factores como el robo.

Al ver por entidad, el resultado es diferenciado. En Baja California Sur la cifra llega a 9.8 por ciento de las familias registradas, mientras que en Coahuila y Aguascalientes el número asciende a 9.5 y 9.3 por ciento, respectivamente. En contraste, en entidades como en Chiapas y Oaxaca representa 2 y 3.5 por ciento, en cada caso.

El levantamiento de las encuestas de la ENIGH 2023 se llevó a cabo entre el 21 de agosto y el 28 de noviembre pasado. Los resultados consideran a los hogares que tres meses antes de ser entrevistados tuvieron dificultades para satisfacer sus necesidades alimenticias.

Esto fue justo cuando la inflación en México alcanzó las tasas más altas, las cuales, según el Inegi, fueron de entre 7.7 y 8.7 por ciento en el 2022.

“Hace dos años fue la pandemia de Covid-19, lo cual propició que muchos hogares se quedaran sin ingresos; el año pasado fue el impacto inflacionario, particularmente en alimentos”, destacó Héctor Magaña, catedrático del Tec de Monterrey.

Las cifras del 2022 son similares a las observadas años antes, aunque con una ligera disminución. En el 2020, cuando fue la crisis sanitaria, fueron 1.2 millones de hogares o 6.6 por ciento del total; en 2018, 1.05 millones o 6.5 por ciento, y en 2016, 1.07 millones o 6.8 por ciento.

“Es indudable que hay una mejora en los ingresos de los hogares, así lo muestran los resultados de la ENIGH, pero también es indudable que millones de mexicanos no tienen para lo más elemental, lo que refleja un problema estructural de la economía que ningún programa social va a combatir”, señaló un especialista económico, quien prefiere omitir su nombre.

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Problemas alimenticios

De acuerdo con la ENIGH, en el 2022, 41 por ciento de los hogares del país experimentó alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias. Esto implica 15.40 millones de 37.50 millones.

Las causas fueron la falta de recursos económicos o formas no monetarias para la adquisición de comida, como pueden ser la producción de alimentos para el autoconsumo, el trueque o recibir apoyos alimentarios de parte de instituciones públicas o privadas.

Al ver por estados, la situación también es diferente. En Guerrero fue 62.5 por ciento de los hogares, y en Oaxaca, 60.2 por ciento. En contraste, en Baja California, 22.6 por ciento, y en Chihuahua, 25.7 por ciento. La ENIGH detalló que en 28.7 por ciento de los hogares algún adulto sintió hambre, pero no comió, mientras que en 20.7 por ciento comió una sola vez al día o dejó de comer.

Menores también resultan afectados

 La ENIGH también destacó que en 9.24 millones de hogares se registró alguna dificultad para satisfacer necesidades alimentarias de los menores de 18 años. En 31.7 por ciento de esta cifra algún menor dejó de tener una alimentación sana y variada. En otro 26.7 comió menos de lo que debía; en 10.7 por ciento sintió hambre, pero no se alimentó; en 10.4 por ciento se acostó con ganas de ingerir algún alimento y en 7.8 por ciento comió sólo una vez al día o no probó bocado.

La inflación empezó a desacelerar en el país; sin embargo, en rubros como alimentos aún se mantiene elevada.

En la primera quincena de julio, las mercancías alimenticias mostraron una inflación quincenal de 0.21 por ciento, manteniéndose sin cambios desde la segunda mitad de junio.

A tasa anual se ubicó en 10.02 por ciento, su menor nivel desde la primera quincena de marzo del 2022. “Es importante mencionar que, aunque la inflación anual de mercancías alimenticias continuó desacelerándose, suma 32 quincenas consecutivas en doble dígito”, expuso Banco Base en un análisis.

Especialistas estiman que las presiones en los precios de los víveres continurá, más si se considera que vienen los festejos de septiembre, noviembre y diciembre.