Rellenadoras venden agua contaminada y ponen en riesgo a mexicanos

El agua es el líquido vital para tener una correcta hidratación y ayudar al buen funcionamiento del organismo en procesos esenciales como la digestión, la absorción y eliminación de desechos. Sin embargo, no se puede cumplir con lo anterior si no hay agua de calidad para ingerir, un problema común en México.

“Con datos de la Comisión Nacional del Agua, el 60 por ciento presenta algún tipo de contaminación, es decir, que seis de cada 10 casas tiene algún tipo de contaminación en el agua que les llega. Esto es una grave consecuencia del mal mantenimiento, del mal tratamiento, de la contaminación de lagos y ríos”, dijo a La Razón Juan Francisco Bustamante Ruisanchez, presidente y vocero de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación AC, Agua en México.

El especialista indicó que a raíz de esta falta de calidad del agua potable en la casa, surgió la necesidad de comprar el líquido, lo que desencadenó la proliferación de los negocios de rellenadoras de agua, pero estos lugares operan sin supervisión ni regulación por lo que ofrecen un producto deficiente y contaminado, que puede resultar nocivo para la salud, alertó.

“Te dan un agua dizque filtrada sin los procedimientos adecuados de sanitización y purificación y sin los controles necesarios. Y esto se ha traducido en diferentes estudios, tanto de diferentes universidades como de nosotros mismos: siete de cada 10 envases de estos presentan algún tipo de bacteria o algún tipo de contaminación y, sobre todo, el que prolifera es el de coliformes fecales. Los que nos venden el agua, nos están vendiendo un agua de riesgo”, afirmó Bustamante Ruisanchez.

El experto indicó que ingerir el líquido contaminado trae afectaciones a las funciones básicas del cuerpo como pensar de manera rápida, sentir más cansancio, deshidratación constante y, por supuesto, problemas gastrointestinales.

“Hay cifras, 2.6 millones de personas mueren al año por enfermedades gastrointestinales en México y 95 mil niños fallecen al año de enfermedades gastrointestinales, principalmente es por el consumo de agua contaminada, esto es gravísimo, es la tercera causa de muerte a nivel nacional, es un tema que tenemos que estar cuidando”, explicó Bustamante Ruisanchez.

En los últimos dos años, se ha visto un incremento de más de 50 por ciento de negocios rellenadoras de agua. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) actualmente hay poco más de 24 mil establecimientos registrados, además, están las máquinas de autoexpendio en el que el cliente rellena su propio envase; sin embargo, tampoco garantizan la calidad del agua.

“No puedo asegurar un agua de calidad, porque quién me garantiza que la boquilla tiene el mantenimiento adecuado, que yo le di un lavado adecuado a mi envase y está en condiciones adecuadas para recibir un insumo alimenticio. Es ahí que por la falta de conciencia, por la falta de práctica, por falta de conocimientos, la gente está poniendo en riesgo su salud y la de su familia”, señaló el presidente de la asociación Agua en México.

Bustamante Ruisanchez hace hincapié en la falta de regulación para estos negocios, ya que Oaxaca es el único estado que ha aprobado una reforma de ley para facultar a los municipios de otorgar permisos para el funcionamiento de estos negocios; sin embargo, destacó que hay esfuerzos por parte de gobiernos como el de Colima, Nayarit y Ciudad de México por controlar estos establecimientos que pueden dañar la salud de la gente, pues considera que se deben manejar bajo las normas de la industria de alimentos.

En ese sentido, el especialista mencionó cuáles son las medidas que deberían de seguir las rellenadoras de agua para entregar un producto de calidad.

“Lo primero, asegurarse de dónde es la fuente de la que viene el agua; que el establecimiento cumpla con lo establecido en la ley, que es su aviso de Cofepris, y para obtenerlo tendrá que presentar todos los requisitos que marcan estados y municipios para operar. Los estudios bacteriológicos deben presentarlos y tenerlos de manera pública, constante y periódica, nosotros decimos que no sean menores a seis meses”, mencionó el experto.

Señaló que las rellenadoras deben tener buenas prácticas de higiene como lavar los envases, tener la indumentaria adecuada, cubrirse la boca, el cabello, las manos, además de sanitizar todas las áreas de envasado.

Indicó que si los establecimientos no cumplen con lo anterior se puede levantar una denuncia, la Cofepris es el organismo encargado de la regulación, pero en el sitio web https://aguaenmexico.com/ también se puede realizar. “Tenemos un apartado de denuncia y nosotros canalizamos todas las denuncias a las autoridades correspondientes”, finalizó Bustamante Ruisanchez.