Deben blindarse; será un año difícil: especialista

Advierten riesgo de nueva ola de desaparición de mipymes en 2023

En entrevista con La Razón, la directora de SOLLIV Ursula Heiman indicó que el siguiente año será complicado para las pymes por la desaceleración económica e inflación

La directora de SOLLIV indicó que es importante que desde el Gobierno Federal se generen programas de apoyo y capacitación para empresas.
La directora de SOLLIV indicó que es importante que desde el Gobierno Federal se generen programas de apoyo y capacitación para empresas.Foto: Especial.
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El 2023 será otro año “difícil” para las unidades productivas de menor tamaño, derivado de una crisis prolongada, la posible persistencia de altos precios de productos y servicios y la continua desaceleración económica global, advirtió la directora de SOLLIV, Ursula Heimann.

De acuerdo al Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 dio a conocer que, de los 4.9 millones de establecimientos que se reportaron un año antes, sobrevivieron 3.9 millones (79.2 por ciento).

Es decir, la pandemia de COVID-19 desapareció un millón de pymes. Del 20.8 por ciento de establecimientos que murieron, 5.6 por ciento eran formales en 2018. De los establecimientos sobrevivientes, 25.9 por ciento

En entrevista con La Razón, la directiva de la consultoría enfocado en diseñar programas de inclusión financiera y fortalecimiento para mipymes, señaló que el panorama en 2023 para este segmento productivo tampoco será mejor.

“Vemos para las pymes un año complejo; difícil, porque seguirá la inflación, la desaceleración económica, los efectos de la guerra en Europa y sus efectos negativos en todo el mundo; aunado al incremento en las tasas de referencia cambio climático y los reto tecnológicos”.

Heimann señaló que los sectores que están condenados a continuar con afectaciones o a desaparecer por un crecimiento económico lento, son aquellas que no ofrezcan productos y servicios básicos para la vida cotidiana.

“Todos las pymes que ofrecen productos y servicios que no son exactamente básicos, seguramente tendrán un año más difícil, pero aquellas que ya viene con secuelas de la crisis de COVID, las que no tienen inventario o una estrategia definida, o una estructura operativa débil; son más vulnerables y más peligro de sufrir o desaparecer el próximo año”.

Según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México las microempresas emplean a 37.2 por ciento de la población ocupada y casi 32 por ciento de su personal tiene 41 años o más de edad.

En México una parte importante del Producto Interno Bruto (PIB) está impulsado por las pequeñas y medianas empresas, que representan más de 99 por ciento de las empresas que hay en el país.

Las Pymes por su parte, emplean a 30.7 por ciento de la población ocupada, 19.7 por ciento capacitan a su personal y casi nueve de cada 10 usan equipo de cómputo.

“Aun faltan tres meses para que inicie 2023 y ya podemos vislumbrar que será otro año complejo para las empresas y sobre todo para las de menor tamaño, reiteró.

Dijo que por ello es necesario que los emprendedores aprovechen el último trimestre de este 2022 para que definan un plan de trabajo, especialmente ante el hecho que muchas unidades productivas todavía no han logrado recuperarse de los embates de que dejó la pandemia del COVID-19”.

En este contexto, la directora de SOLLIV indicó que la posible desaparición de más mipymes durante el próximo año, se debe a un “efecto dominó que puede llevar a muchas empresas a la quiebra. Esperemos que no”.

Por lo anterior, la experta indicó que estas empresas deben de buscar  estrategias para blindar su estructura económica.

Úrsula Heimann recomendó a los dueños de las pymes que pesar de las presiones económicas que pudieran enfrentar, tomen el tiempo para definir medidas estratégicas para enfrentar los retos mencionados, y así fortalecer a su propio negocio y alistarlo para el año 2023.

Para ello dijo que es necesario repensar diversos aspectos del negocio, como son la gama de productos y servicios ofrecidos, los métodos de producción, los materiales usados, los canales de distribución y proveeduría, las estructuras operativas, y otros más.

“Todo ello bajo la perspectiva de mantenerse en el mercado, generar nuevos clientes e ingresos, usar de manera más eficiente la energía y los recursos físicos, y generar más empleo, ideas de nuevos modelos de trabajo, colaboración y alianzas para fortalecerse y ser más resiliente”, dijo la especialista.

Asimismo, concluyó la asesora, es importante que desde el Gobierno Federal se generen programas de apoyo y capacitación que pudieran contribuir al fortalecimiento estratégico y la resiliencia financiera de las mipymes mexicanas en el actual contexto.

FBPT