carlos@alazraki.com.mx
Aprovechando esta pausa vacacional he reflexionado varios temas que quiero compartir contigo.
Aunque estos temas sean o no trascendentes, sí quiero expresarte mi descontento por las mentiras que los políticos nos cuentan dizque para quedar bien.
Mentiras que ya están acostumbrados a decir y que para su cerebro de mosca creen que son verdades. Y para colmo nos la creemos.
La primera persona que me viene a la mente es la asquerosa gobernadora de Arizona que promovió su ley contra la migración ilegal de nuestros paisanos, dándonos como excusa que así cuidaba la integridad y la seguridad de sus habitantes.
Cuando la verdad es otra:
Ganar su pinche reelección.
Una verdadera cerda de quinta categoría.
Sigamos con más asquerosos:
Esparza. Sí, el de la desaparecida Luz y Fuerza.
Dije bien. Desaparecida.
Este líder de quinta inventa una huelga de hambre de dos colaboradores suyos dizque para presionar al gobierno para que a su sindicato le den su toma de nota, para que así ellos recuperen más de 7 mil millones de pesos en propiedades y en efectivo.
Dinero que —seguro— será utilizado para la campaña presidencial de López Obrador.
Y obviamente dinero seguro para ya saben quién.
Y lo peor de este asunto es que este sindicato ya es un sindicato sin empresa.
Ahora un ejemplo de políticos traidores:
López Obrador juró y perjuró que la izquierda iba ir unida en 2012. Juró y perjuró que el político mejor posicionado sería el candidato presidencial de toda la izquierda.
¿Y qué creen? El domingo se destapó.
Le valió madres su compromiso.
Le valieron madres sus compromisos con Ebrard y con la izquierda. ¿Qué tal?
Éstos son algunos ejemplos de las cerdadas que los políticos nos hacen todos los días.
Puedo seguir: El IFE multa a Calderón por hacer campaña a favor del PAN, y el PAN dijo que no era cierto.
Sigo.
Casi todos los candidatos perdedores dijeron que fueron robados en esta elección.
¿Y qué tal que el PAN y el PRD se juntan dizque para favorecer a la democracia?
Otra genial: Leonel Godoy dijo que lo que nos hicieron los campesinos en Michoacán, cuando secuestraron con cuchillos y machetes a todo el equipo de producción, ¡no fue un acto contra la ley!
Que lo que pasó fue que estos comuneros querían proteger el medio ambiente. ¿No es genial?
Y así podría seguir y seguir reflexionando.
La desgracia es que, por más que reflexiono y reflexiono, mi respuesta sigue siendo la misma:
Que los políticos —por más que le busquen— viven otra realidad. En un mundo lleno de corrupción y de mentiras.
Que nosotros, como ciudadanos, les valemos madres. Y que para colmo ellos buscan el poder no para ayudar, sino más bien para joder.
Empezando —por supuesto— con la basura de la pinche gobernadora de Arizona.