Ganar, ganar…

La trasformación de la Bolsa Mexicana de Valores hacia la integración de mercados, con el diseño de nuevos instrumentos, traerá beneficios directos a diferentes sectores del país, un trabajo hecho realidad entre el sector financiero y las autoridades de este país.

Parece sencillo hablar de la celebración por la colocación de un instrumento en bolsa a través de la emisión de 185.38 millones de certificados bursátiles, equivalentes a 3,615 millones de pesos, pero el escenario cambia cuando el nuevo activo ha sido diseñado para el desarrollo del sector inmobiliario: Fibra Uno.

La bursatilización de la primer FIBRA (Fideicomiso de Bienes Raíces) en nuestro país resume el trabajo de por lo menos cinco años de las instituciones para mejorar las condiciones de regulación, operación, liquidación y participación del público inversionista.

Desde el punto de vista de Marcos Martínez Gavica, presidente de Santander, el mercado de capitales inicia un nuevo ciclo tras la colocación de FIBRA Uno, un suceso que fue calificado por Pedro Aspe Armella, presidente de Protego Casa de Bolsa y ex secretario de Hacienda, como el instrumento que permite a México cerrar la brecha de instrumentos de inversión frente a otros mercados.

La inversión en el mercado de capitales ha dado un giro con la negociación de las FIBRAS, hoy por hoy la diversificación de portafolios es mayor, al igual que el apoyo desde la BMV hacia el desarrollo económico del país.

Luis Téllez Kuenzler, presidente del Grupo BMV, considera que el mercado presenta un cambio radical al aumentar el número de participantes, haciendo un cálculo rápido 40 millones de mexicanos tienen cuentas con las Afores.

Dada la expansión del mercado, Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda, visitó por primera ocasión el centro bursátil –con este cargo- e hizo referencia a los beneficios sociales que brinda el sistema financiero destacando que las Fibras favorecerán la rentabilidad de los inversionistas pequeños, institucionales y a los trabajadores de este país, así como al gobierno federal y estatal, a través del desarrollo del sector inmobiliario.

LA TRANSICIÓN. Desde hace algunos años la BMV ha introducido nuevos instrumentos con el objeto de que los inversionistas locales tengan acceso a un amplio rango de productos financieros y que los emisores domésticos y extranjeros puedan financiarse a través del mercado bursátil.

Con la evolución del mercado global hoy en día se tiene acceso a índices referenciados como Trac’s, ETF’s o iShares, commodities, en el segmento de desarrollo, que inició operaciones en 2009, los certificados de desarrollo (CKDes) y finalmente el nuevo activo inmobiliario las Fibras, conocido también en el mercado internacional como Reit’s.

En Estados Unidos existen más de 150 instrumentos de este tipo y el valor de capitalización es de cerca de 300 billones de dólares.

El desarrollo de los Reit’s, compañías o fideicomisos propietarias de bienes inmuebles con administración y operación propia, sirvió de base para la estructura de la Fibras en el mercado local.

Las Fibras deben cubrir los siguientes requisitos:

1. ser una sociedad mercantil o fideicomiso, como Fibra Uno,

2. que 70% de sus activos estén invertidos en bienes raíces,

3. que estén dedicados a la construcción, arrendamiento y compra–venta de inmuebles,

4. que se distribuya por lo menos el 95% del resultado,

5. que los inmuebles no se enajene en un lapso de 4 años,

6. que se coloquen entre el gran público inversionista y

7. que tenga altos estándares de gobierno corporativo.

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