La CNTE ha encontrado en sus movilizaciones y protestas, además del apoyo incondicional de Andrés Manuel López Obrador, el de un viejo aliado: René Bejarano.
El profesor y su tribu perredista, Izquierda Democrática Nacional, tienen desde hace años cercanía con el magisterio disidente y son, desde su origen, compañeros de ruta. Hoy que la sección 9 de la CNTE ha comenzado un paro indefinido en “solidaridad” con quienes en Oaxaca y Chiapas mantienen bloqueos, vale la pena revisar quiénes, desde cuándo y por qué están detrás del magisterio disidente en la capital. Sobre todo porque, aunque el pretexto sea la demanda de dar marcha atrás a la Reforma Educativa, los tiempos de la protesta y su trasfondo son políticos.
Sin la sección 9 no se entendería René Bejarano. Él y su hermano Elio Ramón participaron en los inicios de la CNTE. Ambos dieron forma a la sección 9, que controla un número importante de maestros y escuelas en la ciudad.
Pese a que formalmente es Enrique Enríquez Ibarra quien dirige la sección magisterial, los hermanos Bejarano tienen enorme influencia en ella, aunque ninguno de los dos aparece formalmente en la estructura. Elio dejó el organigrama apenas hace unos años, para trabajar en la ALDF en el área de Auditoría, Control y Evaluación.
Desde principios de los ochenta Bejarano intentó colarse en el gremio magisterial también de la mano de su esposa, Dolores Padierna, pero no fue sino hasta finales de esa década cuando se ganó el mote de “Profesor”. El Profe, como le llaman sus cercanos, encabezaba las reuniones de la sección 9 en un local de la calle Justo Sierra y de la 10 en la calle República de Argentina. Elio y René Bejarano ganaron terreno. A través de la Unión Popular Nueva Tenochtitlan financiaban el movimiento disidente.
El año pasado, justo en julio también, el profesor habló en una reunión de IDN sobre su apoyo a la Coordinadora. Por si quedara alguna duda: “La desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) es un paso más del gobierno neoliberal para privatizar la educación pública”, dijo en aquel momento el líder de IDN al tiempo que manifestó su “solidaridad” y “apoyo” con la CNTE y sus dirigentes que durante décadas han cobrado sin trabajar.
La transformación del IEEPO representó para el magisterio disidente el fin al manejo discrecional de 14 mil millones de pesos. Bejarano fue más allá y anunció que “IDN va a participar en todas las movilizaciones que lleve a cabo la CNTE en Oaxaca, el DF y otros estados” y pidió calma a sus “compañeros” que son, dijo, “víctimas de una campaña mediática”. Vale la pena recordar esas palabras y su historia. Imposible que la CNTE acampe, se movilice y permanezca en paro en la capital sin apoyos. Además del de AMLO, tiene el de Bejarano.
Off the record... Entre los jefes delegacionales de Morena, hay de primera y de segunda. Dentro de los primeros están Ricardo Monreal, de Cuauhtémoc, y Claudia Sheinbaum, de Tlalpan, que traen agenda y canicas para jugar. En la segunda, los delegados en Azcapotzalco, Xochimilco y Tláhuac, que lo más que hacen es darle dolores de cabeza a su líder en la capital,
Martí Batres.
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