Los seres humanos históricamente hemos vivido obsesionados por la apariencia física, el estatus social, mantener o aumentar nuestros ingresos; y es muy poco común que como una resolución de Año Nuevo incluyamos cuidar nuestra salud mental, de la que, paradójicamente depende todo lo demás.
Si bien, la manera más efectiva de hacerlo es buscando ayuda profesional con un psiquiatra o un terapeuta que esté certificado legalmente para ejercer la profesión, un panel de expertos que incluyeron: National Institute of Mental Health (NAMI), Instituto de Salud de Harvard, la Dra. Fiona Kate Barlow, de la Universidad de Cambridge, y las profesoras Sue Penckofer y Joanne Kouba, de la Universidad de Loyola en Chicago, se
reunieron a finales de 2018 y elaboraron ocho recomendaciones que se han estudiado en varios países occidentales y han probado tener clara influencia en mejorar el estado de ánimo, la resiliencia y, en consecuencia, la calidad de vida.
1.- Crea la costumbre de empezar a hablar de tus problemas con los miembros de tu familia y tus amigos, lo cual tiene dos beneficios: al exponer lo que te preocupa automáticamente reduce el estrés y les permite a tus seres queridos que se preparen para darte apoyo en caso de que lo necesites.
2.- Establece una alarma para ir a la cama a la misma hora: dormir ayuda a restaurar tu mente y tu cuerpo. El sistema inmune se repara mientras duermes y tu cerebro se prepara para trabajar de una forma más eficiente. Recomiendan apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de irse a la cama. Despertar a la misma hora ayuda a regular ciclos biológicos en tu organismo.
3.- Practica actos de ayuda con las personas que te rodean; ser amable y agradecido es la mejor manera de construir tu propia autoestima. En estudios científicos, este grupo de expertos demostró que ayudar a otros puede mejorar la manera como te sientes acerca de ti mismo. Así que hacer algo amable por alguien en el día a día va realizando cambios en tu mundo interno.
4.- Establece el hábito de escribir en un cuaderno las sensaciones por las que estás agradecido contigo y con los demás, esta práctica regular ha demostrado dar beneficios a largo plazo.
5.- Establece tu propia perspectiva y concéntrate: tener conciencia de lo que vives día a día va llevando paulatinamente a que tus experiencias negativas del pasado se queden atrás. Este ejercicio lo puedes hacer mentalmente mientras realizas otras rutinas diarias, como lavarte los dientes o desplazarte a tu lugar de trabajo o casa. Centra tu atención en las sensaciones físicas, así como en los sonidos y los olores que te rodean.
6.- Pon en movimiento tu cuerpo: al hacerlo se liberan endorfinas que mejoran el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
7.- Hay momentos en tu vida diaria en los que consideras que está siendo difícil resolver lo que estás enfrentando, trata de detenerte un momento y realiza ejercicios de respiración con los ojos cerrados, en pocos minutos te vas a sentir mejor y podrás regresar a tus obligaciones.
8.- Convierte tu salud mental en una prioridad diaria, es más fácil formar y crear nuevos hábitos cuando te sientes emocionalmente fuerte.
Yo agregaría ser mejor persona con nosotros mismos, pues nuestros padres y la sociedad nos enseñan a exigirnos todo el tiempo y cuando alcanzamos un logro, generalmente se nos olvida reconocerlo y nos sentimos frustrados e insatisfechos y al final, todos somos el resultado de muchas circunstancias infantiles de las que no tuvimos control.
En palabras de Adam Ant: “ la salud mental necesita una gran cantidad de atención. Es un gran tabú y tiene que ser encarado y resuelto”.

