La nota es que el gigantesco fondo de inversión estadounidense BlackRock, que encabeza Laurence D. Fink, prepara una oferta no solicitada para desarrollar infraestructura básica que servirá al Tren Maya en el tramo Cancún-Tulum, para lo cual empezó a trabajar con diversas empresas constructoras en México.
Así, el desarrollo encomendado a Rogelio Jiménez Pons recibiría en las próximas semanas la propuesta del fondo, que aquí dirige Samantha Ricciardi, para ampliar la ya saturada autopista Cancún-Playa del Carmen-Tulum y, con ello, crear infraestructura básica para la construcción del Tren Maya. El tramo es uno de los más valiosos del recorrido, aunque es el que entraña el mayor reto de gestión urbana: liberación de derechos de vía y negociación política. Independientemente de la buena disposición del gobernador Carlos Joaquín González, los sindicatos de taxistas y transporte público serían los más renuentes a la puesta en marcha de un tren.
Lo relevante es que se trata de la primera manifestación concreta de un grupo inversionista de tamaño global para edificar obra directamente relacionada con el Tren Maya (aprovechando el aforo de la carretera) y que podría ir aliado -se trabaja en ello- con firmas de calidad probada como Indi, de Manuel Muñoz Cano; La Peninsular, de Carlos Hank; o incluso, ICA, que lleva Guadalupe Phillips.
Santa Ausencia. Nos cuentan que en las últimas semanas son cuando menos tres las ausencias más notables para construir el nuevo Aeropuerto Internacional de Santa Lucía y el liderazgo ha sido ocupado por la Sedena, de Luis Cresencio Sandoval. La ausencia más notable es la del Proyecto Ejecutivo, mismo que no es conocido por ingeniero alguno: lo que existe es un plan conceptual elaborado por Aeropuertos de París y los primeros trazos del plan de aeronavegabilidad en el Valle de México, ambos con un presupuesto de 126 mdp que representan sólo 4.6% de lo que costaría un Proyecto Ejecutivo para un aeropuerto de esas dimensiones.
Pleito de Chapures. El enfrentamiento entre José Chapur, presidente del Moon Palace, contra su hermano Roberto Chapur, dueño del Hard Rock, es lo que detonó las sospechas de que la Sedatu malbarató terrenos en la Riviera Maya. Y es que la dependencia, durante la gestión de Rosario Robles, vendió el terreno colindante al Hard Rock a José Chapur, por lo que el de Moon Palace cerró el espacio de crecimiento a su hermano… quien denunció la compra en un presunto precio de ganga y que motivó la investigación de la UIF, de Santiago Nieto. Al parecer, los Chapur ya se arreglaron entre ellos… pero dejaron la víbora chillando.
Zazueta en la mira. Pues el super delegado federal -sustituto- en Jalisco, Armando Zazueta, está bajo la mira del más alto nivel de Gobierno y del INE de Lorenzo Córdoba. Y es que Zazueta ha sido acusado ante la Secretaría del Bienestar, de María Luisa Albores y la Secretaría de Educación Pública, de Esteban Moctezuma, por imponer a funcionarios allegados y destituir a quienes le estorben… además de que cuatro subdelegados federales le señalan de buscar beneficiarse política y electoralmente e intentar tapar un presunto escándalo de cohecho. ¡Y eso que son del mismo partido!