Al iniciar su segundo mandato, el presidente Donald Trump dejó claro que el mundo -desde su óptica, visión y creencias- dejará de aprovecharse de Estados Unidos y sin rodeos dio un portazo en las narices a grupos y sectores progresistas del mundo entero… el futuro no está fácil para nadie, ni para él mismo.
En su discurso de investidura en el Capitolio, Trump mencionó a Dios, habló de proteger a sus ciudadanos, de la defensa de su soberanía, de no pelear guerras que no son suyas, del despliegue de su Ejército en la frontera con México, de cerrarle el paso a la migración irregular, de defender a su industria y el derecho de los estadounidenses a una mejor vida… de ir contra los cárteles.
Para Trump está claro: plantar cara a los poderosos que controlan el establishment, ya no proteger una frontera antes de proteger la suya (en referencia a la guerra en Ucrania y la emergencia que estableció para su frontera con México), terminar con una política de género diversa y ratificar que existen sólo dos sexos. Es el inicio de una era dorada pero no para México.

Rocha Cantú en París
En fin. El discurso de Trump estuvo lleno de mensajes que no cayeron nada bien en Palacio Nacional. Nos comentan que México —como lo adelantamos en este mismo espacio— apelará a la negociación, la diplomacia, la razón… y a acciones firmes como contrapeso al poder absoluto que, inicialmente, prevé el presidente de Estados Unidos ejercer sobre nuestro país y América Latina.
Y sí, el primer mensaje de su discurso de apertura de mandato fue sobre la frontera sur; la militarizará con el despliegue de su Ejército para evitar que más migrantes ingresen a su país de manera irregular y combatir a los grupos del crimen organizado. Reactivará el plan “Quédate en México”, colocando a nuestro país como tercer país seguro… claro, sin consultarlo.
Y sin reconocer la crisis de opioides que vive la Unión Americana, donde de acuerdo con el Nacional Institute on Drug Abuse más de 49 millones de estadounidenses consumen alguna droga y en una década más de 321 mil niños estadounidenses perdieron a alguno de sus padres por drogas, va por los narcos mexicanos.
Fue el segundo anuncio de Trump. Primero la frontera y luego designar a los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas. Funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en México me comentaban anoche que esa decisión hace sentido porque debido a su actividad comercial ilegal están matando estadounidenses, pero no reconocen un problema de salud pública.
Esto implicaría la intervención conjunta de más de 14 oficinas del gobierno de Estados, incluidos los Departamentos de Estado, de Justicia y del Tesoro, así como el fortalecimiento de la DEA, la intervención del FBI, y las que tienen que ver con labores de inteligencia, para atacar y desactivar a estos grupos criminales y su imperio económico.
Un tercer elemento central de su discurso, que involucró a nuestro país, es su decisión de imponer aranceles de 25%, a la par de proteger su industria petrolera y su industria automotriz.
Así pues, el mundo no la tiene fácil, México no la tiene fácil. La presidenta Claudia Sheinbaum pidió mantener la calma ante el tsunami Trump. Y será la tradición de la política exterior mexicana, hoy en manos del doctor Juan Ramón de la Fuente, con el apoyo del ex canciller Marcelo Ebrard, la que llevará a México a buen puerto en medio de esta tormenta que ya inició.
RADAR
Nos comentan que México Republicano —organización política y social que abandera los principios conservadores mexicanos y que comienza a tener grandes apoyos empresariales con miras a constituirse en partido político nacional para competir en el proceso electoral federal 2027—cada vez es más visible e influyente en el exterior.
De qué tamaño es su visibilidad, influencia y respaldo, que la dirigencia en pleno de esta organización fue invitada para asistir a la toma de posesión del presidente Donald Trump en el Capitolio y luego a participar, junto con agrupaciones afines de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Guatemala y Costa Rica, en el encuentro del presidente de Estados Unidos con sus seguidores.
Ojo… no hay que perder de vista a México Republicano.

