En la primera vuelta de las elecciones en Ecuador, el presidente Daniel Noboa consiguió un empate técnico con la candidata de la izquierda, Luisa González. Este resultado los manda a competir en una segunda vuelta a realizarse en abril. Este revés muestra al presidente Noboa que ni todo el poder oficial volcado en su campaña política le bastó para hacerse nuevamente con el poder. Será necesario que reajuste el rumbo y pacte con fuerzas menores para alcanzar esa ansiada mayoría.
Noboa, heredero de un emporio agrícola ecuatoriano que representa el actual movimiento internacional de oligarcas al poder, violó varias leyes de su país al no dar un paso de lado en su encargo político para entrar en campaña. Del mismo modo, utilizó actos oficiales para darse mucha más publicidad que sus contrincantes y protagonizó escándalos mediáticos en las últimas semanas para posicionarse como ese hombre duro contra la delincuencia y defensor de la patria. Uno de esos eventos fue su intento de subirse al ring de los aranceles de Trump intentando polemizar con la presidenta Sheinbaum al imponerle aranceles a las exportaciones de México a Ecuador. La Presidenta de México minimizó el conflicto quitándole importancia al hecho y negándole los ansiados titulares a un Noboa ansioso por pertenecer al club de los autoritarios reivindicadores de la justicia perdida.
Este empate debería hacer pensar a Noboa en los errores que ha cometido en su mandato y en el rumbo que pretende seguir. Ecuador enfrenta una grave crisis energética y de seguridad. Son problemas que, si bien parecen locales, tienen fuertes lazos y raíces en las coyunturas regionales que vivimos en América. Su actitud beligerante lo ha aislado de sus homólogos latinoamericanos. Desde que violara el derecho internacional al invadir la Embajada de México para capturar a un enemigo político, ni los gobiernos conservadores latinoamericanos han estado de su lado, como se verificó en la fallida Cumbre Iberoamericana que organizó y a la cual no asistió ningún mandatario.

¿Y si en la propia 4T frenan la electoral?
Es probable que Noboa gane en segunda vuelta. Sin embargo, el mandatario habría de considerar su camino a seguir. Ecuador no tiene la potencia para tomar una actitud confrontante y Noboa se ha encargado de alienar su relación con posibles aliados como Bukele y Milei. Seguramente lo veremos arrastrarse ante Trump buscando un poco de aprobación en un viraje por demás riesgoso.
Noboa es un político joven que tiene opción de reinventarse. Esperemos que logre encontrar un camino que lo acerque a las necesidades de su pueblo y lo lleve a reconectarse con la región. Los problemas latinoamericanos no se resolverán sin una alianza de amplio espectro que privilegie el bien común por sobre las agendas individuales.

