Después del estallido que provocó el caso mediático de Marianne “N” y Valentina “G”, surgieron muchas interrogantes alrededor del delito de feminicidio y la violencia de género perpetrada por una mujer.
No busco determinar si el caso en polémica lo fue o no, el caso es que cuando hablamos o escuchamos sobre “feminicidio”, la imagen que se nos viene a la mente es la de un hombre como agresor y una mujer como la víctima. Esto realmente no es algo fuera de la realidad: estadísticamente, los hombres cometen la mayor parte de los delitos de feminicidios registrados en nuestro país.
Sin embargo, esto no significa que las mujeres no cometan este delito. La afirmación de que las mujeres también ejercen violencia de género a primera vista puede parecer una contradicción, pero si entendemos que la violencia machista y el patriarcado no se trata de una lucha donde los hombres son los malos y las mujeres las buenas, sino de un sistema.
La violencia de género se gesta en el marco de una relación de poder que puede ser ejercida por cualquier persona. Cuando hablamos de patriarcado, estamos hablando de violencia basada en el poder y las relaciones, donde la violencia afecta de manera desproporcionada a las mujeres, pero esto no quiere decir que a los hombres no les afecte y mucho menos que las mujeres no puedan ejercer este tipo de violencia. Lo que sucede en realidad es que estas normas dictadas por el patriarcado las vamos adoptando e interiorizando sin muchas veces darnos cuenta, es decir, las mujeres podemos ir internalizando normas machistas como la posesión de pareja y la competencia entre mujeres, así como los hombres internalizan la idea del proveedor o la represión emocional.
Es importante señalar que el delito de feminicidio no se basa únicamente en la identidad o el género de la persona que lo comete, sino en la motivación para cometer los actos violentos y, en la mayor parte de los casos, las personas victimarias son cercanas a la víctima con motivaciones basadas en el género, los estereotipos y creencias machistas que ponen a las mujeres en situación de vulnerabilidad. El Código Penal Federal establece el feminicidio por razones de género y cuando ocurra alguna de estas circunstancias: La víctima presenta signos de violencia sexual de cualquier tipo, se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia, existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en diferentes ámbitos, haya existido una relación sentimental, afectiva o de confianza, existan datos que establezcan que hubo amenazas, acoso o lesiones, que la víctima haya sido incomunicada y que el cuerpo sea expuesto o exhibido en un lugar público.
Desaforadamente, este sistema patriarcal puede llevar también a una mujer a ejercer feminicidio, así que una manera más para erradicar la violencia feminicida es justo no cayendo en los absolutos, ya que esto minimiza la problemática. Debemos poner nuestros esfuerzos en abordar esta problemática con mayor profundidad, así podremos combatir la violencia machista en todas sus formas.
Defensora de derechos humanos, especialista en trato igualitario y no discriminación, docente de la UnADEM
FB: Jacqueline L’Hoist
IG: Jacqueline.lhoist
@jacquie_LHoist
Linkedin: Jacqueline L’Hoist