La crisis migratoria que se vive en el continente europeo ha impulsado la aprobación de una ley para trasladar a inmigrantes menores de edad que no viajan acompañados de la Isla de Canarias a otras regiones del país ibérico.
La modificación a la Ley sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros estipula que la comunidad de Madrid acoja a 700 niñas, niños y adolescentes de los 5 mil que se mantienen internados en los centros de acogida de la isla española, abarrotados por la cantidad de migrantes que siguen llegando a Europa.
La reforma a la ley de extranjería se logró gracias a las negociaciones entre el partido socialista y el partido catalán Junts. Una reforma que ha sido muy criticada por los partidos de derecha y ultraderecha.
Cónclave para el regalo de Alito
El discurso, sobre todo, del Partido Popular, ha cambiado radicalmente ante la aprobación de esta reforma en beneficio de niños y niñas migrantes. De manera despectiva, se refiere a los Menores Extranjeros No Acompañados como Menas, para atacar la repartición de menores del gobierno socialista.
La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, incluso calificó como un lastre para el continente la política migratoria de Pedro Sánchez, porque promueve la llegada de más inmigrantes indocumentados.
El rechazo a la acogida de menores de edad por parte de las comunidades donde gobierna el partido de derecha ha sido tal que el gobierno central amenazó a los populares asegurando que de no aceptar a los inmigrantes habría consecuencias penales.
No son cifras y nada más, son personas, son niñas y niños que han arriesgado la vida en el mar para escapar de la pobreza, las guerras, la violencia y la falta de oportunidades en sus países de origen.
El racismo, la xenofobia y el odio hacia las minorías alimentan el discurso para evitar que estos menores de edad se reubiquen en otras comunidades donde se pueda dar asilo a los inmigrantes de manera digna.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez, aseguró en una entrevista que el rechazo de los partidos de derecha a la llegada de inmigrantes a sus territorios tiene que ver con el color de piel de los menores.
Esta postura destapa una vez más un tema que ofende a los europeos pero que está presente al día de hoy en sus sociedades y es el tema del racismo. Se ve en los estadios de futbol, en la calle y en la política.
Los mensajes de odio se utilizan para hacer política en toda Europa, culpando de todos los males que suceden en sus países a los inmigrantes, intentando con esa estrategia mejorar sus posiciones políticas los gobiernos ultra conservadores, sin importarles la vida de tantas personas pobres que buscan mejores condiciones de vida.
