PESOS Y CONTRAPESOS

Equilibrar el comercio (3/3)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Trump no quitará los aranceles al menos que los gobiernos de los países afectados, cuya balanza comercial es superavitaria respecto a la estadounidense, equilibren su comercio con Estados Unidos, para lo cual una de tres: o aumentan sus importaciones desde Estados Unidos, o reducen sus exportaciones hacia Estados Unidos, o aumentan sus importaciones desde Estados Unidos y reducen sus exportaciones hacia Estados Unidos, todo lo cual supone, en contra el libre comercio, la intervención del gobierno en el comercio exterior.

De las tres opciones (aumento de importaciones, reducción de exportaciones, aumento de importaciones y reducción de exportaciones), ¿cuál es la más viable para lograr el equilibrio en la balanza comercial? La respuesta depende del método que se use para conseguirlo. ¿Cómo puede un gobierno aumentar las importaciones?, ¿Cómo puede reducir las exportaciones?, ¿Cómo puede incrementar las importaciones y disminuir las exportaciones?, ¿Qué es más fácil, impulsar importaciones o frenar exportaciones?

¿Qué puede hacer un gobierno para aumentar importaciones? Uno: subsidiarlas, pagar (con dinero de los contribuyentes), parte de su precio (ceteris paribus, a menor precio mayor cantidad demanda). Dos: revaluar la moneda nacional respecto a la moneda con la que se pagan las importaciones (para lo cual debe aumentar la oferta de la moneda extranjera en el mercado cambiario nacional, para lo cual debe tener reservas de dicha moneda, de las cuales poder echar mano), para que, en términos de la moneda nacional, se abaraten las importaciones (ceteris paribus, a menor precio mayor cantidad demandada). Tres: otorgar subsidios y revaluar su moneda.

¿Qué puede hacer un gobierno para disminuir exportaciones? Uno: prohibirlas (lo que ocasionaría contrabando). Dos: imponer cuotas, permitiendo exportar solamente una determinada cantidad (lo que provocaría contrabando). Tres: gravarlas con un arancel (lo contrario a subsidiar importaciones), lo que incrementaría su precio, desincentivando su compra de parte de los extranjeros (ceteris paribus, a mayor precio menor cantidad demanda). Cuatro: revaluar la moneda nacional respecto a la moneda con la que se pagan las exportaciones (para lo cual debe incrementar la oferta de la moneda extranjera en el mercado cambiario nacional, para lo cual debe contar con reservas de dicha moneda, de las cuales poder hacer uso), para que, en términos de la moneda extranjera, se encarezcan las exportaciones (ceteris paribus, a mayor precio menor cantidad demandada). Cinco: imponer cuotas y gravar con aranceles y revaluar su moneda.

Si los gobiernos de los países afectados por los aranceles de Trump, países cuya balanza comercial es superavitaria con relación a la estadounidense, quieren que Trump los elimine, tendrán que equilibrar su comercio con Estados Unidos, para lo cual una de tres: o aumentan sus importaciones desde Estados Unidos, o reducen sus exportaciones hacia Estados Unidos, o aumentan sus importaciones y reducen sus exportaciones, todo lo cual implica comercio exterior gubernamentalmente planificado, éticamente injusto y económicamente ineficaz, razones más que suficientes para evitarlo. Desafortunadamente Trump piensa lo contrario.

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