BRÚJULA ECONÓMICA

Finanzas Públicas: fortalezas y debilidades

Arturo Vieyra<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>&nbsp;<br>
Arturo Vieyra*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  Foto: larazondemexico

Los resultados de las finanzas públicas correspondientes al primer trimestre del año reflejan una evaluación positiva. El balance público registró un déficit menor al programado, producto de un incremento inesperado en los ingresos tributarios y un ajuste al gasto público más profundo de lo anticipado. Sin embargo, persisten incertidumbres respecto al cumplimiento de la meta fiscal anual, considerando la desaceleración económica y los compromisos de gasto previamente adquiridos por el gobierno.

En materia de ingresos, se observó un comportamiento mixto. Los ingresos petroleros presentaron una contracción real anual de 13.8%, ubicándose 30% por debajo de lo presupuestado. Esta caída se explica por la reducción en el precio de exportación de la mezcla mexicana, que promedió 66.3 dólares por barril frente a 72.7 dólares en el mismo periodo del año anterior, así como por una disminución de 11.3% anual en la producción petrolera. Si bien la depreciación del tipo de cambio mitigó parcialmente este deterioro, no fue suficiente para compensar las pérdidas derivadas de menores precios y volúmenes.

Por el contrario, los ingresos tributarios no petroleros mostraron un crecimiento real de 17.8%, impulsado principalmente por el aumento en la recaudación del IVA y el ISR, que en conjunto se incrementaron 21%, en contraste con el débil desempeño económico observado desde finales del año pasado. Asimismo, el impuesto general de importación registró un crecimiento del 50%. Estos resultados reflejan una mejora en la eficiencia recaudatoria y, posiblemente, mejores resultados asociados a los esfuerzos de fortalecimiento del control aduanero.

En conjunto, los ingresos tributarios superaron en 68 mil millones de pesos (mmp) lo establecido en el presupuesto, lo cual permitió que el total de ingresos públicos se mantuviera prácticamente alineado con lo programado. No obstante, subsisten dudas sobre la sostenibilidad de este desempeño en lo que resta del año, dada la limitada expectativa de reactivación económica.

En cuanto al gasto público, se registró una contracción real de 5.9% durante el primer trimestre. Aunque se anticipaba una reducción en comparación con el mismo periodo del año anterior —debido al adelanto de programas sociales y obras públicas en 2024—, el ajuste fue mayor al previsto. Con excepción de las participaciones a entidades federativas y municipios, todos los grandes rubros del gasto se ubicaron por debajo de lo programado, lo que resultó en un subejercicio de 178 mmp, contribuyendo negativamente al dinamismo económico.

Este ajuste del gasto, superior al contemplado originalmente, implicó una postura fiscal restrictiva. A pesar de que los ingresos totales estuvieron ligeramente por debajo de lo presupuestado, la magnitud del recorte en el gasto permitió registrar un superávit primario de 182.2 mmp, cifra considerablemente mayor al objetivo establecido en el presupuesto (103.3 mmp). Por su parte, la deuda pública se ha mantenido relativamente estable, ubicándose en 51.5% del PIB, en línea con el cierre de 2024.

En conclusión, la posición fiscal del gobierno federal al cierre del primer trimestre muestra un balance ligeramente positivo. Este escenario abre la posibilidad de que, si persiste la eficiencia recaudatoria, se pueda ampliar el gasto público durante el resto del año mediante la eliminación del subejercicio observado, brindando así un impulso moderado a la actividad económica, que resulta necesario en el actual contexto. Como se ha señalado previamente, resulta imperativo que el ejercicio del gasto sea oportuno y eficiente, complementando los avances logrados en materia de recaudación.

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