La activista ambiental sueca Greta Thunberg y otras 12 personalidades de distintas partes de Europa se unieron a la Flotilla de la Libertad para romper el bloqueo naval que Israel ejerce sobre Gaza, mientras que el gobierno de Benjamín Netanyahu trata de impedir la llegada del barco.
El velero Madleen zarpó el pasado 1 de junio del puerto de Catania, en Sicilia, Italia, con destino a la Franja de Gaza. En la embarcación navegan además de la tripulación 12 personajes públicos como Greta Thunberg, el actor irlandés Liam Cunningham, conocido por interpretar a Davos Seaworth en la serie de “Juego de Tronos”, y la eurodiputada de origen palestino Rima Hassan.
La Flotilla de la Libertad transporta ayuda humanitaria para el pueblo palestino y, aunque es de suma importancia para la sobrevivencia, no es lo mas importante que lleva esa embarcación, pues la intención principal de los navegantes es visibilizar la injusticia y el genocidio que lleva meses sucediendo a manos del gobierno israelí en contra del pueblo palestino.
Parece no ser suficiente que se vea en imágenes televisivas la crueldad del ejercito de Israel que sigue sacrificando diariamente niñas, niños, mujeres, ancianos y hombres que están muriendo de hambre por la falta de suministros ocasionado por el bloqueo impuesto por el gobierno de Netanyahu.
Es por ello que la activista ambiental y sus compañeros han emprendido este viaje. Una expedición peligrosa en repudio del “silencio del mundo entero ante un genocidio retransmitido en directo”, como declaró Thunberg antes de embarcarse.
No es la primera vez que la llamada Flotilla de la Libertad intenta llegar a territorio palestino con ayuda humanitaria siendo blanco de ataques para detener su recorrido. Desde que zarpó esta nueva expedición internacional el gobierno de Israel ha dicho que no va a permitir su llegada a aguas palestinas.
El secretario de Defensa Israel Katz fue firme al asegurar que el ejercito tiene la orden de impedir que llegue la flotilla Madleen a Gaza, calificando a Greta y los otros activistas como antisemitas y recomendándoles que den la vuelta porque no llegarán a suelo palestino.
El antisemitismo y el supuesto apoyo a Hamás son la versión que utiliza el gobierno de Benjamín Netanyahu para descalificar a las voces que piden se detenga la masacre de civiles en la franja de Gaza.
Ante la postura de Israel para impedir la llegada de la embarcación, los activistas han pedido en sus redes sociales que la gente se movilice contactando a los secretarios de asuntos exteriores para que protejan a los civiles que van dentro de la embarcación.
Este lunes sabremos que pasó con la embarcación, pero más allá de su travesía por llegar al enclave, es una iniciativa que sin duda ayuda a visibilizar la situación inhumana que viven los gazatíes arriesgando la integridad de los viajeros para intentar frenar un genocidio que no para.