PESOS Y CONTRAPESOS

¿Crisis económica? (1/2)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

En los seis últimos Pesos y Contrapesos vimos lo que ha pasado, en los últimos meses, en algunos ámbitos de la economía.

Resumen: (I) entre septiembre de 2023 y marzo de 2024 las inversiones directas crecieron, en promedio mensual, 15.86%, y un año después, de septiembre de 2024 a marzo de 2025, decrecieron 4.06%; (II) de diciembre de 2023 a marzo de 2024 las compras de bienes y servicios crecieron, en promedio mensual, 4.97%, y un año después, entre diciembre de 2024 y marzo de 2025, decrecieron 0.87%; (III) de enero a mayo de 2024 se crearon 324,613 nuevos empleos formales, y entre enero y mayo de 2025 se crearon 133,665, 58.82% menos; (IV) la inflación pasó, entre enero y mayo, de 3.59% a 4.42%, ubicándose por arriba de la máxima aceptable según el Banco de México (4%); (V) contrario lo que prescribe la receta (si la inflación aumenta la Tasa de Interés Interbancaria debe subir, o por lo menos no bajar), la Junta de Gobierno del banco central la ha bajado; (VI) en términos generales, en materia de producción, ventas y exportaciones, tanto si se trata de vehículos ligeros, como de pesados, los resultados de mayo de este año se comparan desfavorablemente con los de mayo de hace un año, o por haber pasado de crecimiento a decrecimiento, o de decrecimiento a decrecimiento mayor.

Todo lo anterior forma parte de un escenario de menor crecimiento con mayor inflación, resultado contrario a la que debería ser: mayor crecimiento y menor inflación, hasta conseguir que el crecimiento sea mayor que la inflación, algo que no logramos desde la década de los años sesenta del siglo pasado.

¿Quiere decir lo anterior que estamos en la antesala de una crisis económica? Todo depende de qué entendamos por crisis económica. Si por ello entendemos recesión (dos o más trimestre consecutivos de crecimiento negativo), más un fuerte repunte en la inflación (que en nuestro caso supondría volver, en un par de meses, a inflaciones de dos dígitos, mayores al 10%, y con tendencia a la alza), más una fuerte depreciación del peso frente al dólar, y con tendencia a la alza, más un considerable aumento en las tasas de interés, y con tendencia a la alza, la respuesta es no. Si por crisis económica entendemos la combinación de los cuatros elementos señalados no se prevé una.

Lo que ya tenemos es un menor crecimiento de la economía: en términos anuales (comparando cada trimestre con el mismo trimestre del año anterior), durante el primer trimestre de 2023 la economía creció 3.9% (crecimiento medido por el comportamiento de la producción de bienes y servicios para el consumo final, el Producto Interno Bruto, PIB); a lo largo del primer trimestre de 2024 el crecimiento fue menor, 1.8%, y durante el primer trimestre de 2025 resultó todavía menor, 0.6%. Ya tenemos un menor crecimiento de la economía.

Según el promedio de las 44 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de mayo a los economistas del sector privado, la expectativa de crecimiento para el segundo y tercer trimestres del año es: menos 0.30% y menos 0.41%. Podríamos sumar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, de recesión.

¿Menor crecimiento? Sí. ¿Recesión? Probablemente sí. ¿Crisis económica? No.

De los males el menor, pero mal al final de cuentas.

Continuará.

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