En términos anuales, durante el primer trimestre del año, la economía mexicana creció 0.6% (dos años antes creció 3.9% y un año antes 1.8%). Según el promedio de las 44 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de mayo a los economistas del sector privado, durante el segundo trimestre el crecimiento podría ser menos 0.30% (en 2023 fue más 3.6% y en 2024 más 1.2%), y a lo largo del tercero podría ser menos 0.41% (dos años antes, en 2023, fue más 3.5%, y un año antes, en 2024, fue 1.5%), con lo cual sumaríamos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, y por lo tanto de recesión, definida como dos trimestres sucesivos de decrecimiento.
Lo más probable es que la economía mexicana enfrente una recesión, lo cual no quiere decir que necesariamente vaya a enfrentar una crisis económica, sobre todo si por ello entendemos recesión más fuerte repunte en la inflación, más fuerte depreciación del peso frente al dólar, más fuerte aumento en las tasas de interés, como sucedió por última vez, consecuencia del tristemente célebre error de diciembre de 1994, en 1995.
En 1994 la economía creció 4.4%, en 1995 decreció 6.1%. En 1994 la inflación fue 7.1%, en 1995 fue 52.0% (fuerte repunte). Al cierre de 1994 el tipo de cambio fue $4.94 por dólar, al cierre de 1995 fue $7.64 (fuerte depreciación). Por último, al final de 1994 la tasa de interés (Cetes a 28 días), fue 18.51%, al final de 1995 fue 48.62% (fuerte aumento).

Importante reconocimiento a la SHCP
¿Qué tuvimos en 1995? Una crisis económica: recesión más fuerte repunte en la inflación, más fuerte repunte en el tipo de cambio peso – dólar, más fuerte repunte en las tasas de interés. ¿Qué se espera para 2025? ¿Crisis económica?
Nuevamente, según el promedio de las 44 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de mayo a los economistas del sector privado, en 2025 la economía podría crecer 0.08%, menos que el 1.23% del 2024. En 2025 la inflación podría ser 3.97%, menor que el 4.21% del 2004. En 2025 el tipo de cambio podría ser, al final del año, de $20.43 por dólar, por debajo de los $20.79 del 2024. Por último, en 2025 la tasa de interés (Cetes a 28 días), podría ser, al término del año, 7.63%, por debajo del 10.04% del 2024.
De cumplirse las expectativas de los economistas encuestados por el Banco de México, en 2025 tendremos, (i) menor crecimiento con probable recesión durante el segundo y tercer trimestre; (ii) menor inflación; (iii) apreciación del peso frente al dólar; (iv) reducción en la tasa de interés. De los cuatro elementos que forman una crisis económica (recesión, fuerte repunte en la inflación, fuerte depreciación del peso frente al dólar, fuerte aumento en las tasas de interés), es probable que en este 2025 solamente tengamos uno: menor crecimiento con alta probabilidad de recesión a lo largo del segundo y tercer trimestre, ¡siempre y cuando se cumplan las expectativas de los economistas encuestados!
Qué bueno que no enfrentemos una crisis económica, qué malo que encaremos un menor crecimiento, con probabilidades de recesión, porque ello significa menor producción de bienes y servicios, menor creación de empleos y menor generación de ingresos y, por lo tanto, menos oportunidades de mayor bienestar, que debe ser el resultado de la generación personal de ingreso por medio del trabajo, no de la redistribución gubernamental del mismo.

