PESOS Y CONTRAPESOS

La represalia (1/3)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Como represalia al gobierno mexicano, y aunque acaben pagando justos por pecadores, Trump impondrá, a partir del 1 de agosto, un arancel del 30% a la importación de productos mexicanos a los Estados Unidos. ¿La razón? Considerar que el gobierno mexicano no hecho lo suficiente para combatir a los cárteles de la droga y para frenar el envío de fentanilo.

Cito de la carta enviada por Trump a Sheinbaum: “México aún no ha detenido a los cárteles que están tratando de convertir a toda Americe del Norte en un patio de recreo del narcotráfico. Obviamente, ¡no puedo permitir que eso suceda! A partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a México un arancel del 30% sobre los productos mexicanos enviados a los Estado Unidos, separado de todos los aranceles sectoriales”.

Aranceles sectoriales, ¿a qué se refiere Trump? A los aranceles que ya se cobran: (i) a productos no incluidos en el T-MEC, gravados con un 25%, y que son el 11% de las exportaciones mexicanas a los Estados Unidos; (ii) los productos del sector automotriz que no cumplen con las reglas de origen, gravados con un 25%; (iii) el acero y el aluminio, gravados con un 50%; (iv) las latas de aluminio, gravadas con un 50%; (v) los tomates, gravados con un 17.09%.

La intención de Trump es seguir aplicando los aranceles sectoriales y gravar, con un arancel del 30%, a “los productos mexicanos enviados a los Estados Unidos”, lo cual, al buen entendedor pocas palabras, quiere decir a TODOS los productos mexicanos enviados a los Estados Unidos, lo cual, para empezar, tendría el efecto práctico de cancelar el T-MEC, una de las pocas instituciones (reglas del juego) eficaces que nos quedan a los mexicanos para lograr una mayor producción de bienes y servicios, una mayor creación de empleos, una mayor generación de ingresos, condiciones para un mayor bienestar.

Algunos analistas han afirmado que los productos que cumplan con las reglas del T-MEC podrían quedar exentos del arancel del 30%, aunque la carta, así lo apuntan, “no lo especifica claramente”. No, la carta es muy clara al respecto: “A partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a México un arancel del 30% sobre los productos mexicanos enviados a los Estado Unidos”, y no se mencionan posibles excepciones.

Los aranceles, impuestos con los que los gobiernos gravan sobre todo importaciones, pueden aplicarse para: (i) recaudar más (por tratarse de un impuesto el gobierno recauda más); (ii) para proteger a los productores nacionales de la competencia de las importaciones (los aranceles pueden encarecer los productos importados, restándoles competitividad frente a los productos nacionales); (iii) para corregir el déficit en la balanza comercial (los aranceles pueden frenar las importaciones, condición para corregirlo); (iv) para presionar (o haces lo que yo quiero o te impongo aranceles); (v) para castigar (no hiciste lo que yo quiero, te castigo); (vi) para vengarse (me impusiste un arancel te impongo un arancel).

El principal objetivo de Trump es presionar al gobierno mexicano para que combata más eficazmente a los narcotraficantes, algo que, según él, no ha hecho. También pretende corregir el déficit comercial de Estados Unidos con México, que considera, equivocadamente, una amenaza para la economía estadounidense, y exageradamente, un peligro para la seguridad nacional.

Continuará.

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