POLITICAL TRIAGE

El poderío de Putin

Montserrat Salomón. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Trump y Putin se reunieron en Alaska en una cumbre bilateral de altas expectativas de cara al conflicto armado entre Rusia y Ucrania. Trump llegó a la reunión envalentonado y con el propósito de negociar un alto al fuego. El magnate presume de ser el mejor negociador del mundo y se fue de la lengua al mencionar que Putin accedería al alto al fuego, atemorizado ante la perspectiva de un recrudecimiento de las sanciones económicas hacia su país. Sin embargo, la realidad distó mucho de ser como la imaginó el republicano.

Putin tenía otros planes. La reunión no sólo no terminó con alto al fuego, sino que viró 180° hasta llegar a ser una réplica de las metas rusas al iniciar la invasión a Ucrania. Putin se salió con las suya al torcerle mano a Trump para agendar una reunión trilateral, ahora con el presidente de Ucrania presente, en la que ha puesto como condición para la paz, entre otras cosas, el que Zelenski ceda los territorios invadidos y que renuncie a pertenecer a la OTAN.

Dichas peticiones son centrales a los intereses rusos y eran elementos no negociables del lado ucraniano. Además, Rusia exige que Ucrania deje de recibir apoyo armamentista del exterior, con lo que se estaría dando de facto una rendición y entrega de los territorios en disputa.

¿En qué universo este resultado fue un éxito de Trump como mediador? Cada punto parece sacado de la agenda personal de Putin. Ucrania quedaría fuera de la OTAN y a merced de nuevas agresiones. Crimea, territorio ilegalmente anexado, se quedaría oficialmente como una provincia rusa. Lo mismo pasaría con Lugansk y Donetsk. El gran negociador ha demostrado que no sólo no le gana una a Putin, sino que es su fiel lacayo frente a los intereses internacionales.

Europa ha tratado de darle un espaldarazo a Ucrania al acompañarla a la cumbre trilateral, sin embargo, la posición de Estados Unidos hace que la alianza se tambalee y demuestra que Putin es el que tiene los hilos que manejan al mundo, en especial y sorprendentemente a EU, en la mano. Ucrania se encuentra en un callejón sin salida.

En este escenario, no sería de extrañar que incluso las acusaciones contra Putin en la Corte Internacional, por la que se ha emitido una orden de arresto que fue ignorada en su pasada visita a Alaska, serán borradas de los archivos. Putin se llevó a la fuerza a niños ucranianos a territorio ruso y hasta la fecha no los ha devuelto. Sin explicaciones y sin consecuencias. Putin es un autócrata que probablemente quedará impune ante la debilidad de Europa y la complicidad de EU.

El único rayo de esperanza son las pactadas “garantías de seguridad” a Ucrania por parte de la OTAN; sin embargo, es un acuerdo tan vago que suena al viejo dicho que reza “de lo perdido, lo que aparezca”.

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