BAJO SOSPECHA

La infamia de culpar a los enfermeros 

Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Ahora resulta que la falta de medicamentos en el país es porque una enfermera del IMSS fue detenida acusada de haberse robado unos medicamentos. Desde el Gobierno siempre se ha culpado a alguien más de sus carencias, no se hacen responsables, y ahora, ante el desabasto de medicamentos, quieren culpar al personal de salud asegurando que se roban los insumos.

Y es que en cuentas de perfiles que trabajan para personajes de la 4T han llegado a límites inescrupulosos. Se publica, por ejemplo, en una de ellas, una imagen de una enfermera mientras es detenida y el texto dice: “Detienen a otra enfermera robando medicinas, lo que confirma que sí hay medicinas, pero se las roban para golpeteo político. Todo el peso de la ley”.

Fueron dos casos aislados: una enfermera en una clínica en Monterrey, Nuevo León, y otro caso reportado en las mismas redes sociales en otra clínica en la Ciudad de México.

Otra vez incitando al odio y polarización en el país, para que cuando la gente acuda a algún centro de salud y le digan que no hay medicinas, esta culpe al personal médico, cuya gran mayoría está entregado y comprometido con el cuidado de los pacientes, haciendo lo que puede con los pocos insumos que tiene.

En cuentas de X en las cuales se maneja contenido del oficialismo, se está culpando a todo el personal médico de desabasto en las medicinas por dos casos.

Para que se dé una idea, según el Inegi son alrededor de 620 mil las personas que prestan trabajos de enfermería en México.

Solamente en el Seguro Social hay casi 122 mil enfermeros. ¿Usted cree que es justo que se les tache de ladrones y culpables por la falta de medicamentos?

Además, muchas veces estos enfermeros y enfermeras utilizan sus propios recursos para poder comprar lo que necesitan sus pacientes. Se han dado ya numerosas protestas de personal de enfermería, que son la primera línea para atender a los pacientes, por falta de medicamentos, y mucho de este personal asegura que lo más complicado es tener que dar la cara a los pacientes y familiares.

Particularmente, en áreas de urgencias hay un sinfín de reportes de que los médicos tienen que improvisar, buscar y hasta comprar con su sueldo medicamentos tan básicos, pero importantes como los analgésicos.

Recordemos el caso de un recién nacido en el Hospital General de Macuspana, en Tabasco, que por falta de insumos, un pediatra y una enfermera utilizaron una botella de plástico como “casco cefálico”, para que el bebé pudiera respirar.

NO ACEPTAN RESPONSABILIDAD

En una de las cuentas ligadas a la 4T se responsabiliza al personal de salud de la escasez de medicamentos.
En una de las cuentas ligadas a la 4T se responsabiliza al personal de salud de la escasez de medicamentos. Foto›Captura de video

El bebé tenía problemas respiratorios y no había ni medicamentos, ni el equipo necesario.

Le salvaron la vida al bebé, pero el director del hospital y el administrador de la unidad médica, fueron suspendidos temporalmente porque la noticia se hizo pública.

Lo normal tendría que ser que el personal médico que le salvó la vida a un recién nacido recibiera un reconocimiento, no una sanción, porque con ese caso se expuso la falta de insumos.

Es una realidad que en México continúa el desabasto de medicinas, pese a que se prometió en junio pasado que el problema quedaría solucionado.

En este mismo mes, el Gobierno federal presumió cifras de la reducción de la pobreza, pero un reciente reporte de México Evalúa da cuenta que en cuatro de cada 10 hogares se incrementó el gasto en medicinas en un 116 por ciento, al pasar de 222 pesos en 2018 a 480 pesos en 2024.

Hemos visto también las protestas de pacientes, padres de niños con cáncer y organizaciones civiles, quienes salieron a las calles en varias ciudades del país para exigir apoyo para miles de menores de edad y adultos que han suspendido sus tratamientos por la falta de medicamentos.

Desde la administración de Andrés Manuel López Obrador la falta de medicinas se convirtió en uno de los mayores problemas creado por el propio Gobierno federal, debido a cambios en los procesos de compra y distribución, problemas en la cadena de suministro, retrasos en la adquisición de fármacos y dificultades logísticas, que afectan a millones de pacientes con enfermedades crónicas y oncológicas.

En el Gobierno de López Obrador, cuando empezó el desabasto en medicinas como lo vemos ahora, insistían en que la culpa en los problemas de salud era de antiguos gobiernos neoliberales por dejar el tema en mal estado.

Ahora quieren culpar a las enfermeras y los enfermeros.

Recordemos que el sexenio pasado, con el desmantelamiento del Seguro Popular, para convertirlo en el fracasado Insabi, miles de personas que requerían atención médica, sobre todo para las llamadas enfermedades catastróficas, se quedaron en el desamparo.

En México hoy el 40 por ciento de la población presenta carencias en el acceso efectivo a la salud, debido al desmantelamiento del Seguro Popular para dar paso al Insabi, que solamente duró un par de años en funcionamiento. Ahora está el IMSS-Bienestar, y aunque no se dice públicamente, es muy similar al extinto Seguro Popular.

El sistema de salud mexicano enfrenta retos importantes, como la insuficiencia de personal médico en áreas rurales y marginadas, y una infraestructura insuficiente que pocas veces funciona para atender las necesidades de una población en crecimiento.

Lo cierto es que lo complicado para las áreas rurales es que no se garantiza la seguridad del personal médico y muchos han sufrido por esta violencia.

Lo que sí no se vale es culpar a las y los enfermeros del país por el desabasto de insumos, personal médico y fármacos.

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