“La peor de todas las enfermedades es la indiferencia”
Patch Adams
La Franja de Gaza es un pequeño territorio de 365 kilómetros cuadrados, en la costa del Mediterráneo, es una parte del Estado de Palestina, tiene importancia porque es un puerto marítimo y terreno fértil, y por ello ha sufrido los vaivenes de la política regional e internacional, y en el último año un ataque feroz por parte de Israel.

Acuerdo para levantar bloqueos
La historia reciente de Gaza se inicia en 1948. Después de la guerra árabe-israelí quedó ocupada por Egipto hasta el año de 1967. Con la victoria de Israel en la llamada Guerra de los seis días, Gaza fue ocupada por Israel, permaneciendo hasta el año 2005.
En 1988, Yasir Arafat proclamó la declaración de independencia de Palestina, de una forma simbólica, pues la ONU no la ha reconocido. En 1993, se redactaron los acuerdos de Oslo, donde se reconoce a la Organización para la Liberación de Palestina, como representante del pueblo palestino.
En el año 2002, el Consejo de Seguridad de la ONU planteó la idea de reconocer a Palestina como un Estado. Después de la salida de Israel de Palestina en 2005, en 2006 Hamas (es un partido político palestino, organización islamista suní, y grupo militar, señalado por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, como grupo terrorista) llegó al poder, después de ganar las elecciones, para luego expulsar a Al Fatah como parte del gobierno de Cisjordania. Desde entonces, las agresiones entre Hamas e Israel se han sucedido constantemente.
Fue a partir del 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamas a Israel, donde provocó la muerte de unos mil 200 israelitas y el secuestro de más de 250 personas, por lo cual el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu declaró la guerra a Hamas, con el primer objetivo de destruir su capacidad militar, al gobierno de Hamas y rescatar a los rehenes.
Desde esa fecha, Israel ha bombardeado a Gaza, destruyendo casi la totalidad de los edificios, hospitales, templos y, en general, toda la infraestructura, ante la complicidad de Estados Unidos y la apatía e indolencia de las grandes potencias, Netanyahu ha aprovechado para arrasar con Gaza y toda forma de organización, provocando una crisis humanitaria que, sin embargo, no parece que terminará a corto plazo.
Desde luego que el grupo Hamas merece lo peor, pero siempre dentro de las reglas de la guerra y del derecho internacional, pero parece que ya no hay reglas ni derecho internacional; estamos ante el nacimiento de un nuevo orden mundial, donde cada país puede atacar a otro sin consecuencias. Tenemos como ejemplo el caso del ataque de Rusia a Ucrania. Lo peligroso de esta situación es que ya no hay límites, y los límites pueden ser una tercera guerra mundial.
Hablar de Gaza es hablar de un territorio históricamente en disputa, sometido, también es una salida al mar, una tierra fértil, una población vulnerable, un gobierno terrorista y a punto de desaparecer como lo conocíamos, con un futuro incierto. Esperemos que la ONU y las grandes potencias detengan a tiempo la terrible hambruna y su desaparición, con lo cual todos los agraviados serán potenciales terroristas. La historia se repite.

