BAJO SOSPECHA

¿Con quién se queda el perro?

Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Las mascotas se están convirtiendo en una parte de la familia, sobre todo, de las generaciones más jóvenes que están tardando en tener hijos o que, simplemente, prefieren tener perros o gatos en lugar de bebés, para este sector son importantes porque crean vínculos emocionales y psicológicos muy fuertes.

Investigaciones en Estados Unidos y Europa han documentado que muchas parejas jóvenes se refieren a sus mascotas antes que tener a sus hijos. Además, la edad promedio en zonas urbanas de México para tener a un primer hijo ha subido a los 29 años, muchos jóvenes tienen antes mascotas.

Distintos estudios muestran que los dueños de mascotas liberan oxitocina al interactuar con sus perros o gatos, un mecanismo similar al que ocurre entre padres e hijos.

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Hay países como Japón y China, donde son más las mascotas que el número de niños y niñas.

En la Ciudad de México se acaba de aprobar una reforma al Código Civil que cambia la manera en que se resuelven los conflictos por la custodia de las mascotas durante los divorcios.

Hasta hace poco, los jueces no tenían facultades para decidir con quién debía quedarse un perro o un gato, ya que la ley los consideraba simples bienes muebles, como si fueran un objeto. Sin embargo, con esta iniciativa presentada en el Congreso Capitalino por la diputada de Movimiento Ciudadano, Luisa Ledesma; ahora los animales de compañía son reconocidos como seres sintientes, lo que permite que se tomen en cuenta sus necesidades y bienestar al momento de una separación.

La reforma aprobada por unanimidad en el Congreso capitalino establece que un juez puede otorgar la custodia de forma exclusiva o compartida, fijar pensiones alimenticias para cubrir gastos de manutención.

Platicamos para La Razón con la diputada Luisa Fernanda Ledesma Alpízar, legisladora del Congreso Local de la Ciudad de México por Movimiento Ciudadano. Ella acaba de presentar esta reforma al Código Civil para que, en casos de divorcio, se establezcan acuerdos sobre quién se queda con la mascota.

—Luisa Ledesma (LL): La iniciativa nació porque cada vez más jóvenes deciden tener perrihijos o gatihijos en lugar de hijos, y cuando ocurre una separación es fundamental pensar en los derechos de estos seres que ya forman parte de la familia. En México, alrededor del 30 por ciento de los matrimonios terminan en divorcio. En esas rupturas, las mascotas se vuelven parte del conflicto. Los vínculos emocionales entre personas y animales son comparables con los que se generan entre padres e hijos.

Presenté la iniciativa en diciembre y este 18 de agosto la aprobamos en el Congreso de la Ciudad de México con 57 votos a favor y cero en contra.

CORREN POR EL BIENESTAR DE SUS MASCOTAS

Imagen de la carrera Amar es Adoptar, convocada por la Sedema de la CDMX y la Agencia de Atención Animal, Agatan, el  24 de agosto del 2025.
Imagen de la carrera Amar es Adoptar, convocada por la Sedema de la CDMX y la Agencia de Atención Animal, Agatan, el 24 de agosto del 2025. Foto›Cuartoscuro

Lo relevante es que ahora se reconoce a las mascotas como seres sintientes dentro de las familias. Antes, se usaban incluso como herramientas de chantaje o venganza: llegamos a ver casos en los que un cónyuge “secuestraba” al perro o al gato para dañar al otro. Con esta reforma, los jueces tendrán facultades para decidir con quién se queda el animal.

—Bibiana Belsasso (BB): Vemos que cada vez más hogares adoptan mascotas en lugar de tener hijos. En España, por ejemplo, hay más perros que niños. En México la natalidad aún es alta, pero los datos muestran que casi el 70 por ciento de los hogares tiene una mascota.

—LL: El problema es que, cuando una pareja se separaba, algunos se llevaban al animal como forma de extorsión, o incluso lo regalaban para evitar que el otro lo volviera a ver. Con la reforma, el juez determinará quién se queda con el animal, tomando en cuenta criterios claros: que el responsable tenga un lugar seguro, tiempo disponible, recursos, atención veterinaria y alimentación adecuada.

Antes, los jueces no podían intervenir. Si una pareja incluía a las mascotas en su convenio de divorcio, el juez respondía que no tenía facultades para decidir, porque la ley las consideraba bienes muebles, como si fueran un objeto más. Hoy ya no: ahora se reconocen como seres sintientes y el juez sí puede resolver.

—BB: ¿También se podrá establecer una pensión o manutención para la mascota?

—LL: Sí. El juez puede ordenar que la otra parte apoye económicamente en la manutención.

—BB: ¿Y qué pasa si una de las partes se niega rotundamente a hacerse cargo del perro, ni con convivencia, ni con dinero?

—LL: El juez puede obligar a que cumpla con una pensión, sobre todo si la otra parte lo necesita.

—BB: Muchas veces las mascotas funcionan como apoyo emocional. ¿Se consideró este aspecto en la reforma?

—LL: Sí, y es muy importante. Pensemos en un perro que originalmente llegó con uno de los cónyuges, pero el otro también generó un lazo afectivo. Con esta reforma, esa persona puede reclamar el derecho a seguir conviviendo con el animal, aunque no fuera su “dueño original”. La ley ahora reconoce esos vínculos emocionales y permite que se mantengan.

—BB: ¿Fue difícil plantear esta iniciativa?

—LL: Conté con el apoyo de especialistas en materia familiar que me ayudaron a estructurarla y también con testimonios de personas que han enfrentado este tipo de problemas. Ese respaldo permitió construir un proyecto sólido que hoy ya es realidad.

—BB: Esta reforma aplica sólo en la Ciudad de México. ¿Podría replicarse en otros estados?

—LL: Así es, aplica únicamente en la Ciudad de México. Pero estoy segura de que marcará un precedente a nivel nacional y en América Latina. La idea es que la legislación se replique en otros códigos civiles estatales para que todos los animales de compañía estén protegidos en caso de ruptura.

CIFRAS EN MÉXICO

—Se estima que en nuestro país hay más perros que niños y niñas menores. Son aproximadamente 43.8 millones de perros frente a 25.2 millones de niñas y niños menores de 14 años.

— Tan sólo en la Ciudad de México, 57% de las personas tiene al menos un perro.

—Tres de cada 10 matrimonios terminan en divorcio en México.

 —La edad promedio en la que la gente se divorcia es, los hombres a los 43 años y las mujeres a los 40 años.

—33.8% de los divorcios ocurrió después de más de 20 años de matrimonio.

—18.7% se dio en parejas que estuvieron juntas entre 1 y 5 años.

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