Que a cada uno se le guarden las propiedades
y respete en su casa como en un asilo sagrado…
José María Morelos y Pavón.
El 13 de septiembre de cada año se conmemora con todos los honores militares y que involucran al Gobierno, la heroica Batalla de Chapultepec que tuvo lugar en 1847. El acontecimiento no es menor y por supuesto que requiere la atención más especial por parte de las autoridades ya que esta batalla se dio en el marco de la invasión norteamericana y en ella perdieron la vida poco más de 200 cadetes aunque se tenga la costumbre de mencionar únicamente a los seis cuyos nombres conocemos de sobra y que representan a los demás. Lo que ocurrió ese día en Chapultepec es uno de los momentos más dolorosos de nuestra historia y por supuesto que debe quedar en la memoria de nuestro pueblo y sobre todo, de nuestros jóvenes quienes deben hallar en los seis cadetes una fuente de inspiración para luchar por el bien de México. Sin embargo, existe otro acontecimiento que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1813 y que tiene un poder político, social, histórico y cultural de la mayor relevancia para nuestra país, me refiero a la instalación del Congreso de Anáhuac o Congreso de Chilpancingo y la promulgación de los Sentimientos de la Nación por parte del General José María Morelos y Pavón en la ciudad de Chilpancingo de los Bravo, capital del estado de Guerrero y que desafortunadamente, ha sido reducida a un hecho local que solamente los guerrenses honran con mucha solemnidad.
El Congreso de Anáhuac o Congreso de Chilpancingo fue promovido por José María Morelos y Pavón en su calidad de quinto vocal de la Suprema Junta Nacional Americana o Junta de Zitácuaro, se instaló precisamente para reemplazar a la Suprema Junta Nacional Americana que presidía el abogado Ignacio López Rayón y que ya tenía profundas divisiones. El objetivo del Congreso de Chilpancingo era declarar la Independencia absoluta de México respecto de España y crear un cuerpo que le diera dirección y cohesión al movimiento independentista. Ignacio López Rayón estaba en contra y no dudó en manifestarlo, pues al igual que Miguel Hidalgo, la propuesta era de establecer un cuerpo que gobernara y salvaguardara los intereses de la corona, pero desde la Nueva España. Finalmente, contra sus opositores y después de la heroica toma del Fuerte de San Diego en Acapulco, José María Morelos y Pavón se dirigió a Chilpancingo a instalar el Congreso de Anáhuac al cual había convocado con antelación. El Congreso inicia sus trabajos el 12 de septiembre, pero es el día 13 en el que cobra mayor importancia porque allí, el secretario dio lectura a los Sentimientos de la Nación que fueron redactados por Morelos. Este valioso documento es la base ideológica del constitucionalismo en México, en él se establece la división de poderes, la creación de los tribunales y la independencia absoluta de España. En este Congreso las sesiones fueron públicas y solemnes y fueron la génesis de la vida parlamentaria en el país. Resultado del trabajo de este Congreso fueron el Decreto de la Abolición de la Esclavitud, el Acta de Independencia de la América Septentrional y en 1814 la Constitución de Apatzingán cuyo nombre real es el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana. Lamentablemente, el acontecimiento que representa el triunfo del movimiento de los insurgentes, no se ha valorado en su justa dimensión.
En el estado de Guerrero se entrega cada 13 de septiembre la Presea Sentimientos de la Nación por parte del Congreso del Estado del Guerrero, es el honor más alto que algún personaje puede recibir por parte de aquellas autoridades y en los últimos años, el Gobierno Federal ha enviado representantes de tercer nivel a un acontecimiento que marcó la vida de nuestro país. Esperemos que el espíritu republicano en verdad se haga presente en este sexenio y se pongan en alto los valores y principios que nos dieron identidad.