BAJO SOSPECHA

Los apagones y su costo

Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Bibiana Belsasso. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

El viernes pasado, en municipios enteros de Quintana Roo, Yucatán y Campeche se reportaron apagones por varias horas. Siete millones de usuarios se quedaron sin luz.

De acuerdo con las autoridades, la principal causa fue una falla en una línea de transmisión eléctrica en el sureste del país.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que las plantas de generación estaban operando con normalidad, por lo que el problema no residía en la producción energética, sino en el transporte.

Antes de la llegada de Manuel Bartlett, la CFE había pasado años en los que no se vivían estos apagones masivos en México.

Generalmente cuando escuchamos de apagones masivos se refieren a los ocurridos en Venezuela o Cuba y sabemos que es por falta de mantenimiento y que no se ha invertido en infraestructura para generar electricidad.

Eso no debería de pasar en México. Es alarmante porque, supuestamente, se le invierten millones de pesos cada año a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Las inversiones no están bien hechas y el trabajo tampoco.

Desde el Gobierno federal se dijo que la causa de los apagones en la Península de Yucatán ocurrió por una falla en una línea de transmisión de electricidad, según dijeron en la CFE, y que las plantas de generación eléctrica se encontraban bien.

FALLA ELÉCTRICA EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN

Sin semáforos en Cancún, Quintana Roo, por el apagón de la CFE el 26 de septiembre del 2025.
Sin semáforos en Cancún, Quintana Roo, por el apagón de la CFE el 26 de septiembre del 2025. Foto›Cuartoscuro

Se detalló que la interrupción ocurrió cuando se hacían trabajos de mantenimiento. La falla afectó a nueve centrales de operación que generan un total de dos millones 174 megawatts, lo que ocasionó la caída parcial de la red eléctrica en el sureste del país.

Podría parecer exagerado decir que este tipo de apagones generan graves pérdidas a la economía en varios niveles, pero se ven afectados desde el señor que tiene una tiendita, el ama de casa que se le echa a perder su compra de la semana en el refrigerador, hasta los grandes hoteles que no pueden operar sin luz.

Si tomamos en cuenta que los primeros reportes de los apagones comenzaron a surgir aproximadamente a las dos de la tarde y fue hasta la medianoche que se restableció por completo el servicio, en esas 10 horas, que prácticamente es una jornada laboral, hubo quienes dejaron de producir por la falta de electricidad; por ejemplo, una máquina de tortillas usa electricidad, entonces ese negocio estuvo 10 horas sin operar y los insumos comprados para ese día no fueron usados y hubo pérdidas, las cuales se recuperarían con por lo menos dos días de labores extras.

También se vio severamente afectado el turismo, los hoteles se quedaron sin luz, los huéspedes no pueden registrarse al llegar, hasta pedir un refresco sin sistema, se vuelve complicado.

Además, ese día la falta de luz también apagó semáforos, generando caos vial en múltiples calles y avenidas de Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Chetumal, Yucatán y Campeche. Estos apagones generan dudas sobre la capacidad para generar eficientemente electricidad para el sureste mexicano.

En junio pasado, la directora de la CFE, Emilia Calleja, estuvo en Yucatán para revisar las plantas de generación. Durante su estadía explicó que la demanda máxima de electricidad en la región es de dos mil 992 megawatts, mientras que en horas pico oscila entre dos mil 217 y dos mil 980 megawatts, es decir, que casi todos los días los habitantes de la Península viven al límite del consumo, por lo que estos apagones podrían significar que la demanda máxima es superada.

¿Y por qué no aumentan la capacidad?

En Baja California también se fue la luz por horas, hace unos tres meses. En Mexicali el problema de quedarte sin luz, y más en esas fechas, es complicado por las altas temperaturas. El aire acondicionado es muy importante, sobre todo para que no se eche a perder la comida. Ahora imagínese los hospitales sin luz.

En ese mes, la capital de ese estado reportó apagones de hasta cuatro o cinco horas, tanto en zonas populares como en residenciales.

Especialistas aseguran que el problema de la intermitencia eléctrica en Baja California se debe a la incapacidad de generar energía suficiente y el abandono del sistema de distribución, ambos originados por la falta de inversión.

Tan sólo entre mayo y julio de este año se reportaron 18 apagones en el noreste y sureste de México, siendo Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Campeche y Yucatán, los estados más afectados.

En 2024, el 7 de mayo, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) declaró el tercer Estado Operativo de Alerta en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en tan solamente 24 horas. En ese estado de alerta, la red opera con un margen de reserva de entre 3 y 6 por ciento.

La emisión de una alerta de emergencia en el Sistema Interconectado Nacional implica que el Cenace, que se encarga de gestionar el sistema eléctrico nacional, puede programar cortes en el suministro de energía para equilibrar la oferta y la demanda instantáneas de electricidad.

Desafortunadamente, el estado de emergencia de la Cenace puede ocurrir por muchos factores: en temporadas invernales, cuando incrementa el consumo de gas natural para mantener las calefacciones encendidas; mientras que, en temporadas de altas temperaturas, cuando se usa mucho el aire acondicionado, los fenómenos climáticos extremos, como huracanes, tormentas, oleadas de calor o frío extremo, también pueden llegar a ser motivo de una alerta.

Recordemos que este año a la CFE se le asignó un presupuesto que representó un aumento del 5.5 por ciento en comparación con lo aprobado en 2024. Este aumento se concentró, principalmente, en los programas de Operación de la Red Nacional de Transmisión y Mantenimiento de centrales eléctricas en 59.6 por ciento y 23.0 por ciento, respectivamente.

Para la transmisión de energía eléctrica: el presupuesto fue de 28 mil millones de pesos; es decir, 32.6 por ciento más respecto a lo aprobado en 2024. De dicho monto, 10 mil 337 millones de pesos serían para 67 proyectos de inversión. Entre ellos estaba contemplado el Sistema Interconectado Baja California, con mil 750 millones de pesos, y para proyectos nuevos: mil 319 millones de pesos.

Para 2026, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) está contemplada una asignación de presupuesto a la CFE de 554 mil 567 millones de pesos, lo que representa una disminución real del 1.8 por ciento respecto a 2025.

Este tipo de desastres suceden cuando la política de Estado es ser ultranacionalista, y desde el Gobierno quieren ser los únicos que pueden generar y distribuir energía.

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Javier Solórzano Zinser. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón