Es probable que usted, lector consumidor de noticias esté al tanto del documental de la periodista Denise Maerker, “PRI: Crónica del fin”. Ese recuento fragmentado de la evolución política y social de México viene muy a cuento con lo que estamos atestiguando en el nuevo partido oficial, Morena.
Ante su innegable eficiencia electoral —igual que el PRI de los años 60 y 70— ahora el partido caudillista camina hacia una vida interna más democrática y un gobierno más institucional. Pero esa ruta —igual que la del PRI— pasa por conflictos internos entre sus grupos de poder real.
Ahora sin su fundador y jefe máximo en Palacio Nacional, afloran las disputas, el “fuego amigo” que busca despejar el futuro cercano para definir quién manda y cuál de esas facciones se va a imponer.

Importante reconocimiento a la SHCP
Antes fueron los políticos-revolucionarios versus los tecnócratas. Las pomposas definiciones más semánticas que operativas en busca de patentar algo mexicano, el humanismo, el liberalismo, el bienestar o la solidaridad. PRI o Morena con lo mismo.
Quizá ahora son los duros en contra de los moderados, los leales a Macuspana en contra de los funcionales de la Presidenta.
Quizá en ese contexto hay que inscribir la intensa racha de malas noticias que vive el senador Adán Augusto López, todavía coordinador de Morena en la Cámara alta.
Desde un padrinazgo político en la promoción de la senadora Andrea Chávez hasta la revelación de la presunta implicación de quien fue uno de sus secretarios de Seguridad cuando gobernó Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, pasando por descubrir que el “hermano” de AMLO es un político rico —y avezado dice él— que como notario público percibe ingresos anuales equiparables al de solo unos cuantos mexicanos, para aterrizar —momentáneamente— con la noticia de que el legislador tiene la fortuna —otra— de haber pagado menos impuestos que el común de la gente que rebasa un ingreso mensual de 90 mil pesos.
A la relación política y jerárquica de Adán Augusto López con Hernán El abuelo o Comandante H hoy preso en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, sumemos que Televisa informó que en la declaración patrimonial como servidor público cuando el hoy senador era secretario de Gobernación, se omitieron ingresos por casi 80 millones de pesos en dos años.
La reactiva transparencia con la que Adán Augusto López convocó la semana pasada a conferencia con medios de información, amigos y enemigos por igual, destapó otro lado B en su arquitectura patrimonial, a las omisiones y a los privilegios contables para tributar sin generosidad a la Hacienda nacional, sume la historia familiar, las herencias efectivas en Estados Unidos, los venturosos litigios en los que, ahora sabemos, la familia López Hernández guardó parte de su fortuna en Estados Unidos.
Morena vive una guerra intestina de baja intensidad, pero, al menos en el expediente del senador, de alta frecuencia. Lo que falta y lo que implica en los invisibles equilibrios del nuevo partidazo en el poder.

