ARQUETIPO FUTBOL

La era del fracaso

Daniel Alonso<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>&nbsp;<br>
Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.  Foto: larazondemexico

El pronóstico de muchos para la gran decepción del torneo eran los Pumas de la Universidad Nacional, y a tan sólo una fecha para que concluya la fase regular, pueden ir poniéndole palomita a esa apuesta.

Entiendo que aún quedan tres puntos por disputar y que el destino del equipo está en manos de ellos, en los propios universitarios que necesitan ganar el próximo sábado a Cruz Azul en lo que parece una misión casi imposible. Curiosamente en el fin de semana en el que los mexicanos celebramos la muerte, los Pumas revivieron, aunque sólo sea para romperle de manera más cruel el corazón a su afición.

No es un secreto que en el futbol moderno se necesita mucha plata para poder competir. Tan claro es, que nuevamente en el top 5 de nuestra liga aparecen los mismos nombres de los últimos años: América, Cruz Azul, Monterrey, Tigres y Toluca. También es cierto que no se trata de sólo hacer transferencias bancarias y lanzar fajos de billetes al aire, durante mucho tiempo los clubes regios padecieron de proyectos muy ambiciosos, pero deportivamente los resultados no llegaban; pero ese argumento en el que se ha escudado muchas veces la actual y anteriores directivas de Pumas, nadie lo compra ya.

El equipo del Pedregal no tiene un respaldo financiero como otros clubes, pero el dinero que ha generado por buenas ventas de jugadores muchas veces se dijo que iba a la infraestructura de las fuerzas básicas, y es curioso que hoy ésa es una de las heridas mortales por las que el club se desangra. La “cantera inagotable”, la que estuvo de moda en los 90 y que lograba atraer a miles de niños de todo el país para probarse y soñar con debutar en Pumas, es ya sólo una leyenda. Durante estas últimas semanas, los análisis en medios han reventado al equipo desde esos ángulos: “Un equipo romántico que vive del pasado”, “Pumas equipo grande, una mentira del futbol mexicano”.

Con estas últimas generaciones de debutantes con los de la UNAM no ha pasado absolutamente nada. Desde hace cuánto tiempo no ha salido un delantero eficaz o jugadores que den la talla para ser seleccionados. Se jugó el Mundial Sub-20 y está por comenzar el Sub-17, ¿cuántos jugadores hay de Pumas? Y ni siquiera vale la pena mencionar la mayor. En resumen, los millones y millones de dólares que según se han invertido en el descubrimiento y formación del joven talento puma o son incompetencia en todas las líneas o una abrumadora corrupción. Tal vez mezcla de ambas.

El domingo pasado la afición protestó enérgicamente contra el equipo, su entrenador y la directiva. Conocemos que la gente de Pumas es de las más fieles, pero también de las más exigentes y ya la paciencia se agotó. Antes de la mejor época de los Pumas de la mano de Hugo Sánchez y Elías Ayub como directivo, los universitarios pasaban por lo que era su peor momento en la historia, esos años entre el final y principio de siglo me recuerdan mucho al presente. No había jugadores canteranos destacados, los extranjeros que llegaban, como un tal Schuster, Zermatten, Richard Zambrano, Yegros, Lavallen y muchos otros, sólo eran de paso. Además, el Olímpico lucía casi vacío en los juegos de Pumas. El descenso era ya una realidad y sólo así, el Patronato abrió sus puertas para la llegada de Grupo Carso, el final de la historia la conocen todos. El sábado se puede firmar otro fracaso más, uno muy doloroso, pero a veces es un mal necesario.

Temas: