Las declaraciones del zar fronterizo de la Casa Blanca, Tom Homan, reactivaron la inquietud en Nueva York y en diversas regiones del sur de Estados Unidos, luego de que confirmara planes para intensificar los operativos migratorios federales en la ciudad. El anuncio ocurre apenas un mes después de una redada de alto perfil dirigida a vendedores ambulantes en Manhattan, un hecho que ya había elevado la tensión entre residentes, autoridades locales y el gobierno federal.
Durante una entrevista en el programa America’s Newsroom de Fox News, Homan aseguró que visitará Nueva York “en un futuro próximo” y adelantó que la administración de Donald Trump ampliará la presencia de agentes, al argumentar que las “ciudades santuario” representan, según él, un riesgo para la seguridad pública. Aunque no precisó fechas, sostuvo que las operaciones ya están en marcha.
- 1,400 detenciones están pendientes en Carolina del Norte
Mientras la postura federal contrasta con la de las autoridades estatales y municipales. Dora Pekec, portavoz del alcalde electo Zohran Mamdani, afirmó que los más de tres millones de inmigrantes que viven en la ciudad son esenciales para su fortaleza social y económica, y reiteró el compromiso de proteger sus derechos bajo las leyes que rigen el estatus de ciudad santuario. Desde Albany, Jess D’Amelia, portavoz de la gobernadora Kathy Hochul, señaló que la intervención federal “no es deseada ni necesaria”, y subrayó que el estado colaborará sólo dentro del marco legal vigente.

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En tanto, las tensiones aumentaron tras un reportaje de The New York Times, que reveló que la administración Trump analiza usar una instalación de la Guardia Costera en Staten Island para albergar a migrantes detenidos. Este proyecto se suma a la estrategia más amplia del magnate, que ha desplegado agentes en diversas urbes como Chicago, Los Ángeles, Washington D.C. y Charlotte, en un intento por reforzar su política migratoria bajo el argumento de combatir el crimen.
Asimismo, Associated Press informó que el Departamento de Seguridad Nacional planea enviar unos 250 agentes a Luisiana y Misisipi para ejecutar una operación denominada “Limpieza de Pantanos”, cuyo objetivo sería arrestar a unas 5 mil personas en ambos estados. Los agentes se desplegarían en barrios y centros comerciales desde Nueva Orleans hasta Baton Rouge.
Mientras tanto, la expansión de los operativos se hizo visible en Carolina del Norte, donde agentes federales extendieron su ofensiva hacia el área metropolitana de Raleigh. Las autoridades confirmaron más de 130 detenciones en Charlotte desde el fin de semana, mientras que la alcaldesa de Raleigh, Janet Cowell, reconoció avistamientos de agentes en los condados de Wake y Durham. Cowell pidió calma, exhortó a los residentes a llamar a la policía si se sentían inseguros.
En algunos suburbios como Cary, los negocios cerraron y muchas personas optaron por quedarse en casa ante la falta de información clara sobre el alcance del operativo. El DHS señaló que en Carolina del Norte existen alrededor de mil 400 órdenes de detención no cumplidas desde 2020. A la par, líderes republicanos locales celebraron la intensificación de la presencia federal. Matt Mercer, portavoz del Partido Republicano, aseguró que los operativos en Raleigh evidenciaban “los fracasos de los demócratas radicales”.

