PESOS Y CONTRAPESOS

De las finanzas del Gobierno (3/3)

Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal. *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

¿Qué tanto contribuye el gasto del gobierno al crecimiento de la economía, que se mide por la producción de bienes y servicios para el consumo final?

Para responder debemos centrar la atención en la inversión física del gobierno, que es la que lleva a cabo: (i) para construir infraestructura de comunicaciones y transportes, condición necesaria para incentivar las inversiones directas de los privados, destinadas a la producción de bienes y servicios, a la creación de empleos y a la generación de ingresos, condiciones para el bienestar; (ii) para la adquisición de los bienes duraderos que necesita para poder operar; (iii) para la construcción y ampliación de las instalaciones que necesita para poder funcionar, inversión física que, entre enero y octubre de este año, comparando con enero y octubre del año pasado, decreció 29.1%.

La inversión física puede ser para las tareas propias del gobierno (seguridad y justicia), que en términos anuales entre enero y octubre decreció 62.4%. Puede ser para el desarrollo social (redistribución gubernamental del ingreso), que decreció 6.6%. Puede ser para el desarrollo económico (generación gubernamental de ingreso), que decreció 37.7%, siendo este decrecimiento, en términos del crecimiento económico y de todo lo que involucra (producción de bienes y servicios, creación de empleos, generación de ingresos, bienestar), el más preocupante, porque se trata de la inversión que el gobierno destina a: (i) transporte, para la ampliación de carreteras y construcción de trenes, para mejorar la movilidad, reducir los costos de logística, lograr una mejor conectividad en el país; (ii) energía, inversiones en Pemex y CFE, para mejorar la oferta de combustibles; (iii) agropecuaria, para programas de irrigación y caminos rurales, para apoyar la producción del campo; (iv) industria y comercio, para crear polos de desarrollo, para fomentar cadenas de valor y apoyar la relocalización de inversiones directas (nearshoring); (v) telecomunicaciones y puertos, para modernizar los puertos, para mejorar la conectividad y la logística internacional del país. Estas inversiones decrecieron 37.7%.

Si tuviera que escoger entre las inversiones físicas para el desarrollo social (redistribución gubernamental del ingreso), y las destinadas al desarrollo económico (generación gubernamental de ingreso), escogería las segundas, con una condición: que sean rentables, que generen ingresos suficientes para cubrir los costos, sin necesidad de subsidiarlas.

¿Hasta qué punto el gobierno está apoyando, con inversión física, a las empresas privadas en la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingresos, la mejora en el bienestar?

Si por un lado decrecen las inversiones físicas (instalaciones, maquinaria y equipo), del sector privado, que suman 12 meses consecutivos con crecimiento negativo, 5.54% en promedio mensual, y por el otro decrecen las del gobierno, ¡37.7% entre enero y octubre!, no hay manera de que la economía crezca a tasas elevadas, existiendo la probabilidad de que decrezca, como ya sucedió durante el tercer trimestre del año: en términos anuales decreció 0.2% y en trimestrales 0.3%.

Temas: