Parece que en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) el equipo de Ángel Cabrera Mendoza no aprende luego del escándalo de las tres instituciones financieras señaladas por el gobierno de Donald Trump: ahora Finsus, entidad financiera, liderada por Norman Hagemeister, dicha comisión recién aprobó su licencia bancaria pese a todas las señales que algunos consideran de alerta.
De entrada, Hagemeister fue consejero de CIBanco durante años… y por tanto el sentido común indica que podría eventualmente tener responsabilidad por los señalamientos que derivaron en el cierre de la institución. Segundo, es yerno Jorge Rangel De Alba, accionista fundador y controlador de esa misma institución. Tercero, Finsus compró carteras de clientes de CIBanco. Por otra parte, se ha dicho que Finsus fue sancionada por poco más de 8 millones de pesos por no cumplir con controles antilavado ante lo cual ha respondido que tal incumplimiento sucedió previo a que Hagemeister comprara las acciones que le pertenecían a la morenista Patricia Armendáriz. En estricto sentido jurídico, ese dato no elimina el hecho de que las faltas sucedieron y fueron sancionadas.
Tal vez los sabuesos de la CNBV se deslumbraron por que HR Ratings elevó su evaluación a HR BBB y HR3 —algo poco frecuente en las Sofipos— y por ello omitieron las señales de alerta. Pero lo importante es que la autoridad todavía está a tiempo de actuar y de no repetir errores.
Chiquifarmacias, ¿violando la ley?. El artículo 226 de la Ley General de Salud establece los mecanismos para la venta y suministro de medicamentos al público, señalando en su fracción VI que los “Medicamentos que no requieren receta para su adquisición y pueden venderse en otros establecimientos que no sean farmacias… No podrán venderse medicamentos u otros insumos para la salud en puestos semifijos, módulos móviles o ambulantes”.
Claro, está difícil que la autoridad aplique la ley (y cierre) a las farmacias ambulantes del proyecto presidencial. Tan difícil como que el sector público pague una deuda de más de 10 mil millones de pesos que, desde 2021, tiene con laboratorios y distribuidores de medicamentos e insumos, deuda de la que 7 mil millones corresponden al IMSS-Bienestar y cuyo reclamo —pese a las instrucciones emitidas por Palacio Nacional de pagar— no ha sido atendido por Alejandro Svarch.
Banorte, ahora con Oxxo. La innovación y sinergias marcan el pulso de Marcos Ramírez, cuya gestión al frente de Banorte late fuerte y a doble dígito. Ahora, en el plan de potenciar la inclusión financiera, la institución se enfila hacia la clientela de las tiendas de conveniencia. En menos de 24 horas, el Grupo Financiero que lidera anunció dos movimientos de gran calado. Por un lado, la incorporación de más de 24 mil tiendas Oxxo (las que comanda José Antonio El Diablo Fernández) a su red de corresponsalías, lo que catapultó su cobertura a más de 44 mil puntos de atención en todo el país.
El mensaje es claro: si no vas a la sucursal, el banco te busca con horarios extendidos. En otro campo, se consolidaron como el principal aliado financiero de Hyundai Motor de México que dirige Edgar Carranza, un sector donde presumen un crecimiento anual de cartera automotriz de 31% al tercer trimestre de 2025.
Ramírez busca capitalizar el liderazgo de Banorte y la solidez de sus cifras para acompañar a los mexicanos, tanto en la compra del auto, como en las transacciones diarias. Así el Banco Fuerte de México.
Nerviosismo de Navieras. Ahora que México encabeza el ranking mundial de inseguridad, el asunto no pasa desapercibido para las empresas de cruceros que surcan por las aguas mexicanas y en especial de la costa del Pacífico. Para firmas como Carnival Cruises, Royal Caribbean, Norwegian Cruise Line y Ocean Star Cruises, procuran ya no recomendar a sus pasajeros desembarcar en Puerto Vallarta, Los Cabos o Mazatlán (donde en esta semana se dio una alerta de bombas, luego de que estallara una en instalaciones de Gobierno a fines de noviembre).
Además de un aspecto tan esencial como es la seguridad, las firmas adscritas a la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe que preside Michele M. Paige también se han visto desanimadas para expandir a un mayor ritmo sus itinerarios en costas mexicanas por la falta de infraestructura portuaria para los barcos de nueva generación (para 6 mil pasajeros) y el aumento de los impuestos de internación que hacen de nuestro país el más caro de la región para los cruceristas.
En las próximas semanas veremos cómo rediseñan las navieras sus rutas e itinerarios de primavera-verano 2026.
Le está haciendo agua el changarro a la secretaria federal de turismo, Josefina Rodríguez.