A partir de un análisis equivocado, que ignora la banda de fluctuación de los salarios, cuyo límite inferior está dado por el mínimo salario que el empleado está dispuesto a recibir (que no es el salario mínimo impuesto por el gobierno), y cuyo límite superior se fija por el máximo salario que el empleador está dispuesto a pagar (que no es el salario máximo que el gobierno puede imponer), se llega a cuatro conclusiones equivocadas en torno a los efectos de los aumentos al salario mínimo.
Primera: los aumentos nominales al salario mínimo, si no van acompañados de incrementos en la productividad, generan más desempleo. Entre 2009 y 2018, los 10 años anteriores al inicio de la 4T, en promedio anual, el crecimiento nominal del salario mínimo fue 5.46%, el de la productividad 0.8%, y la tasa de desempleo fue 4.37% de la población económicamente activa. Entre 2019 y 2025, los siete primeros años de la 4T, también en promedio anual, el crecimiento nominal del salario mínimo fue 17.89%, el de la productividad menos 0.46%, y la tasa de desempleo fue 3.71%. Mayores aumentos al salario mínimo, combinados con menores aumentos en la productividad, no dieron como resultado un mayor desempleo.
Segunda: los aumentos nominales al salario mínimo generan mayor inflación. De 2009 a 2018, en promedio anual, el aumento nominal en el salario mínimo fue 5.46% y la inflación 4.05%. De 2019 a 2025 el primero fue 17.89%, 12.43 puntos porcentuales mayor, el 227.66%, y la segunda 4.86%, 0.81 puntos porcentuales mayor, el 20.00%. Del repunte en la inflación, ¿qué tanto pudo deberse a la presión inflacionaria ocasionada por el aumento en el salario mínimo, a la que se le dio salida con el aumento en la cantidad de dinero que se intercambia, responsabilidad del Banco de México?

Ataque en Coahuayana
(Si no se entiende la diferencia entre presión inflacionaria, el aumento de algunos precios, ocasionada por el aumento en su demanda y/o la reducción en su oferta, o por la imposición de precios mínimos, e inflación, el alza en el índice de precios, ocasionada por un incremento excesivo de la cantidad de dinero que se intercambia, no se entiende la inflación. Véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2022/02/15/la-cantidad-de-dinero/).
Tercera: los aumentos nominales (sin descontar la inflación), al salario mínimo, por ocasionar inflación, causan reducciones reales (ya descontada la inflación), en el salario mínimo, que pierde poder adquisitivo. Entre 2009 y 2018, en promedio anual, el aumento nominal en el salario mínimo fue 5.46% y el real 1.13%. Entre 2019 y 2025 el primero fue 17.89% y el segundo 12.30%. Los aumentos nominales no ocasionaron reducciones reales (pérdida de poder adquisitivo), en el salario mínimo.
Cuarta: los aumentos nominales al salario mínimo, dado que para evitarlos hacen que algunas empresas emigren hacia la economía informal, generan mayor informalidad. De 2009 a 2018, en promedio anual, el aumento nominal en el salario mínimo fue 5.46% y la tasa de informalidad 57.1% de la población ocupada. Entre 2019 y 2025 el primero fue 17.89% y la segunda 54.4%. Los aumentos nominales al salario mínimo no ocasionaron una mayor informalidad.
Hasta el momento, los considerables aumentos a los salarios mínimos no han ocasionado ninguno de los problemas que, se supone, deberían ocasionar. ¿Por qué?
Continuará.

