Mercado laboral: el costo de no crecer

Mercado laboral: el costo de no crecer
Por:
  • arturov-columnista

El reciente dato de la Tasa de Desempleo Abierto correspondiente a diciembre ha suscitado cierto optimismo entre algunos analistas económicos. No obstante, una mirada más detallada a los datos que correctamente publica el Inegi matizan el optimismo y más bien apoyan la percepción de que el balance de resultados en el mercado laboral, durante 2019, tuvo un sesgo negativo.

A partir del resultado, no sólo de la tasa de desempleo, sino también de las tasas complementarias, se confirma un deterioro adicional en la calidad de los empleos a nivel nacional. En efecto, si bien la tasa de desempleo abierto registra un descenso moderado en diciembre pasado (en zonas urbanas hasta 4% de la PEA desde 4.64% un año antes), otros indicadores como la tasa de condiciones críticas de ocupación y de subocupación muestran incremento respecto a sus niveles del año pasado, lo que se traduce en un deterioro en las condiciones laborales. Asimismo, aunque la tasa de informalidad laboral descendió ligeramente respecto al año anterior, no fue suficiente para lograr una disminución en el número de trabajadores que se encuentran en la informalidad.

Otros indicadores referidos al empleo y salarios en el sector formal dan cuenta de resultados positivos y negativos. Particularmente, la generación de empleos formales (trabajadores afiliados al IMSS) continuó desacelerándose hacia finales del año pasado. En diciembre presentó un incremento de 1.7%, menor al cierre de 2018 (3.4%). En consecuencia, la creación de empleos respecto al nivel del año pasado fue de sólo 342 mil empleos nuevos, la cifra más baja desde 2009.

Contrario a esta tendencia, los salarios en el sector formal apuntaron una importante recuperación no vista en muchos años. Tres datos alentadores. (1) El incremento real del salario promedio de cotización al IMSS registró en diciembre un incremento de 3.8%, superior al incremento de 0.5% de un año antes; (2) el promedio de los incrementos reales en el año pasado a los salarios contractuales en el sector privado alcanzó una tasa de 2.8%, muy por arriba del 0.9% registrado en el 2018; y, (3) el fuerte incremento nominal a los salarios mínimos para este año (100% en la frontera y 16.2% en el resto del país) fortaleció las negociaciones en otros estratos salariales. Se espera el mismo efecto con el incremento decretado de 20% para este año.

Así, una evaluación más completa del mercado laboral no resulta favorable. Los mayores salarios permitieron incrementar el poder de compra de los trabajadores formales, a pesar de la desaceleración en el empleo. Pero en paralelo, las condiciones de los trabajadores tendieron a empeorar.  Principalmente, la ausencia de crecimiento económico es el factor que impide una mejora en la calidad del mercado laboral y un aumento más sustancial en el empleo formal. Es imperativo recobrar la senda de crecimiento positivo.