Garciamarquianas de El escándalo del siglo

Garciamarquianas de El escándalo del siglo
Por:
  • carlos_olivares_baro

Leo, en estos días de febrero de este raudo 2020, El escándalo del siglo (Diana, 2019), de Gabriel García Márquez (1927–2014). Novena reedición. García Márquez periodista (“Soy un periodista, fundamentalmente. Toda la vida he sido un periodista. Mis libros son libros de periodista, aunque se vea poco.”). Cincuenta textos del colombiano más querido del mundo publicados entre 1950 y 1987 y extraídos de los cinco tomos de Obra periodística. / “El periodismo de García Márquez fue principalmente una escuela de estilo, y constituyó el aprendizaje de una retórica original.”: Jacques Gilard.

“No quiero que se me recuerde por Cien años de soledad, ni por el Premio Nobel, sino por el periódico. [...] Nací periodista y hoy me siento más reportero que nunca. Lo llevo en la sangre, me tira”, decía con frecuencia el autor de El general en su laberinto. El escándalo del siglo o la derogación de los lindes entre periodismo y literatura. / Aquí supe de la existencia de Macondo y de los Buendía. El papa Pío XII, Ernest Hemingway y Fidel Castro. Bogotá 1947 y la Bella Durmiente del avión. París y México. ¿Cómo se escribe una novela?, y la vuelta a la semilla. La nostalgia con la misma cara de antes y los periplos por un Caribe mágico. El río de la vida y unos fantasmas en el camino. / Del joven Gabo al narrador consagrado y maduro de los años 80.

Si algo he aprendido en estos años garabateando planas ha sido en la zampada a estos folios donde veo al novelista asomándose en cada frase. Una de mis lecciones: el artículo “Tema por tema” que el hijo de Aracataca publicó hace 70 años en El Heraldo de Barranquilla: “En cada adjetivo, encuéntrese la huella de un censor implacable.” / “El periodismo es la profesión que más se parece al boxeo, con la ventaja que siempre gana la máquina y la desventaja que no se permite tirar la toalla.”: ojalá y los periodistas se aprendieran de memoria estas sentencias, las tengo a un costado del bufete: aún sigo en querella con los adjetivos: a veces, entre una nota y otra, reclamo una pausa. Segunda instrucción: el reportaje por entrega, que el autor de La mala hora envió desde Roma, “El escándalo del siglo”, en septiembre de 1955 a El Espectador de Bogotá. Ahí están contenidas todas las normas para escribir  crónica y reportaje, amén de preceptivas para aprender a narrar.

Paso a mis subrayados de este manual: todos los corresponsales deberían tenerlo en su escritorio al lado del Diccionario de uso del español de María Moliner.  / Garciamarquianas: “Siempre he creído que no hay nada más hermoso en la naturaleza que una mujer hermosa.” * “No llevaba ningún perfume: su piel exhalaba un hálito tenue que no podía ser otro que el olor natural de su belleza.” * “La satisfacción más pura de aquel placer senil era que podían soñar a su lado.” *  “Lo reconocí de pronto, paseando con su esposa por el bulevar de Saint Michel, un día de la lluviosa primavera de 1957. Caminaba por la acera opuesta del jardín de Luxemburgo, y llevaba unos pantalones de vaquero muy usados, una camisa de cuadros escoceses y una gorra de pelotero. Lo único que no parecía suyo eran los lentes de armadura metálica, redondos y minúsculos, que le daban un aire de abuelo prematuro.”

https://www.youtube.com/watch?v=vuBfz5DNyM4

El escándalo del siglo

Autor: Gabriel García Márquez

Género: Crónica, reportaje, articulo...

Editorial: Planeta, Diana, 2019