Antonio Michel Guardiola

Trump contraataca

ARISTAS

Antonio Michel Guardiola*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Antonio Michel Guardiola
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Sólo cinco veces en la historia de EE.UU. se han repetido los candidatos presidenciales, la última de ellas en 1956. Todo apunta a que las boletas de 2024 tendrán los mismos nombres que en 2020; sin embargo, difícilmente podría considerarse como la sexta ocasión.

Sería la primera en la que ambos candidatos ya han sido presidentes y, más importante, porque no sería la misma contienda. En 2020 la inercia de Trump fue detenida por un fenómeno imprevisto que cerró fronteras. En 2024, la inercia de Biden será detenida por un fenómeno imprevisto que usará la frontera en su favor: Trump.

Una de las críticas más profundas hacia esta administración ha sido el incumplimiento de las promesas de campaña de Biden sobre migración y el recrudecimiento de medidas trumpistas para frenar ingresos irregulares. La suma de detenciones fronterizas de los 4 años de Trump fue de 2.3 millones; tan sólo en 2023 el gobierno de Biden llegó a 2.4 millones.

Estas semanas Biden habló sobre un plan bipartidista para tener la autoridad de cerrar la frontera ante un desbordamiento migratorio. Surgió como respuesta a una polémica con el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien prometió agregar más alambre de púas en su frontera.

Trump ha aprovechado la coyuntura para decir que “…un mal acuerdo fronterizo es mucho peor que no tener acuerdo”, después de pedir a todos los demás estados enviar elementos de seguridad en la frontera texana. La división política se agudizó cuando otros 25 gobernadores han respaldado ese posicionamiento.

Trump ha desarrollado una estrategia de comunicación que hace eco en el resentimiento de su base, enfurecida tras la derrota en 2020, y apela a los votantes que se han decepcionado por las acciones de Biden. Gran parte de esa desilusión proviene de la crisis humanitaria que se ha desatado en la frontera y la incapacidad de Biden de seguir en la misma línea que pronunció en campaña. A pesar de tener un discurso opuesto al de Trump, en la práctica ha sido mucho más tajante en sus acciones y menos eficiente en controlar los ingresos irregulares.

El acuerdo bipartidista anunciado por Biden dista de ser una solución definitiva. El líder de los republicanos, el Sen. Mitch McConnell, reiteró la dificultad de consensuar entre ambos partidos un tema en el que rara vez han convergido, exacerbada por el éxito mediático que ha tenido Trump. El expresidente no tiene interés en llegar a un acuerdo; un fracaso de Biden es oro para que Trump gane fuerza electoral a pesar de los cargos en su contra. Los republicanos se alinearán con lo que diga Trump en vez de coadyuvar en una medalla que pueda colgarse Biden rumbo a las elecciones. Las encuestas más recientes, los triunfos de Trump en las elecciones primarias y las cifras fronterizas demuestran que Trump tiene herramientas para contraatacar.

La tendencia pendular electoral se ha intensificado en los últimos años. En 2016 Trump no tenía algo qué perder y ganó fácilmente. En 2020 tenía todo para ganar y perdió. En esta ocasión arranca después de haber perdido todo; y hay que recordar que mientras más lejos se incline de un extremo, mayor será la fuerza con la que llegue el péndulo al otro lado.