Bernardo Bolaños

Lecciones de un populismo derrotado por poquito

ANTROPOCENO

Bernardo Bolaños
Bernardo Bolaños
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Fue un error identificar a los electores de Trump principalmente con varones poco educados. Creímos que en 2020 el presidente republicano iba a perder el apoyo de los adultos mayores por su irresponsable manejo de la pandemia, y que se quedaría con un puñado de radicales. Eso significaría supuestamente un tsunami en favor del Partido Demócrata. Pero los jubilados apenas cambiaron sus preferencias; Trump perdió algunos de estos votos en el “muro azul”, pero conservó Florida (paraíso de retirados). A la gente en Estados Unidos le preocupa más reconstruir la economía que el combate frontal al virus.

También pensamos, ingenuamente, que la separación cruel que hizo el gobierno de Trump de los padres indocumentados y sus hijos, suscitaría la compasión de la sociedad y haría aceptable la propuesta de reforma migratoria de Joe Biden. Pero éste está ganando de panzazo.

La agencia Trafalgar, que acertó en prever la victoria del republicano en 2016, asegura que sus encuestas capturan mejor el comportamiento de los electores de Trump porque son perfectamente anónimas. Reconoce así que los trumpistas suelen ser votantes avergonzados de sí mismos. Entonces, no se trata solamente del electorado masculino y poco educado que sí está orgulloso de acompañar a Trump en los mítines. Son también mujeres y personas con estudios universitarios, secretamente trumpistas.

Estos electores, disfrazados de moderados en la vida diaria, no se tragan la propaganda de un candidato opositor, Biden, supuestamente intachable. Recuerdan que el New York Times, el 9 de diciembre de 2015, reveló que el hijo de Joe Biden, Hunter Biden, se había unido a la junta de Burisma Holdings, una gran compañía de gas natural ucraniana. Como dijo al aire el famoso periodista de CNN Jake Tapper (no partidario de Trump): “Es cierto que no hay evidencia de algún delito por parte del vicepresidente Biden o de que Hunter Biden haya infringido alguna ley. Pero, francamente, huele mal que Hunter Biden obtuviera este contrato sin tener experiencia en el sector energético y ya dijo básicamente que probablemente obtuvo ese dinero, que fue significativo, debido a su conexión con su padre, el vicepresidente, quien también estaba a cargo de Ucrania en ese momento”.

Muchos votantes de Trump son, entonces, realistas políticos. No creen que los demócratas sean totalmente sinceros. Saben que es injusto negarles derechos a las minorías y a los migrantes, pero tienen más miedo de perder sus propios privilegios.

Una lección para derrotar a demagogos populistas es hablarle a estos partidarios reales, en vez de seguir el juego de la polarización y ponerles las etiquetas de machos, ignorantes y racistas. Hoy, más que dar lecciones de moral, hay que convencer de las ventajas prácticas y concretas de las energías renovables, del cubrebocas, del equilibrio de poderes y de los derechos humanos.

En México, la oposición que le ha comprado a AMLO el juego de las etiquetas, también debería enmendar el error. El electorado de los populistas odia a los hipócritas.