Hasta en los delincuentes hay clases

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana BelsassoLa Razón de México
Por:

Se asegura que se robaron más de 1,200 millones de dólares entre Florian Tudor y su mafia rumana. A Tudor, conocido como El Tiburón y ligado a la Banda de la Riviera Maya, lo detuvieron el jueves 27 de mayo, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) en la Ciudad de México.

Opuso resistencia

Los elementos  de la Fiscalía que cumplimentaron la detención tuvieron que someter al presunto delincuente de origen rumano.
Los elementos de la Fiscalía que cumplimentaron la detención tuvieron que someter al presunto delincuente de origen rumano.Foto: Especial

Florian Tudor es requerido por el Gobierno de Rumania acusado de delincuencia organizada, extorsión y tentativa de homicidio agravado.

Con muy poca dignidad pataleó y gritó como delincuente de poca monta.

La detención se realizó en las instalaciones de la FGR, pero no fue fácil, hubo golpes, jaloneos y gritos. En un video que pudimos ver, se aprecia como dos hombres detienen al rumano y lo intentan sacar de una oficina, mientras gritaba “me están levantando”, ante su resistencia dos agentes más tuvieron que apoyar a sus compañeros y lo tomaron por pies.

Descendió por unas escaleras, pero la detención se complicó cuando llega a unos arcos detectores de metal donde le sueltan las piernas para pasar, y el extranjero grita “me están ahorcando”. Al llegar al estacionamiento, es puesto en el piso y comienza a decir “me siento mal, me están matando”, nuevamente es sometido por piernas y brazos y subido a una camioneta blanca.

Si observa el video, la detención se hace con apego a la ley, pero Tudor es quien pelea por librarse. Y como no, si este delincuente se siente impune. Había sido recibido hasta por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana como orden del Presidente de la República, quien asegura que hay que respetar los derechos humanos de estos detenidos.

El encuentro ocurrió luego de que la UIF le congelara diversas cuentas bancarias. Aunque la UIF le concedió audiencia para el 12 de marzo, el supuesto empresario rumano no acudió a la cita que tenía programada con las abogadas del área de Procesos Legales, tal y como él lo había solicitado. De esta manera perdió la oportunidad de descongelar sus cuentas y demostrar que su dinero no estaba ligado a los presuntos desvíos que realizó clonando tarjetas.

Por supuesto se sabe delincuente, pero también sabe que puede argumentar violación a sus derechos humanos, aunque no sea realidad.

En un comunicado, la FGR detalló que, al momento de la aprehensión, un agente del Ministerio Público federal intentó obstaculizarla y el abogado de Florian Tudor agredió a golpes a los agentes de la Policía Federal Ministerial, por lo que ambos individuos también fueron sometidos y detenidos, para ponerlos a disposición del Ministerio Público federal, por los delitos que correspondan.

El Tiburón fue trasladado al Reclusorio Norte, donde se resistió a que le practicaran los exámenes médicos correspondientes, con lo que prolongó hasta las 8 de la noche su audiencia de control de detención; finalmente un juez de control calificó de legal su detención. Estamos hablando de un sujeto que robó a turistas nacionales y extranjeros en los principales destinos turísticos de México.

Tudor es señalado de liderar la mafia rumana, usaba una red de cajeros automáticos modificados a los que les colocaban en la ranura donde se ingresa la tarjeta un dispositivo denominado skimmers, el cual lee la banda magnética de las tarjetas para obtener el número del plástico, fecha de expedición, nombre del titular y número de seguridad; con esta información clonaba las tarjetas para tener a su disposición el dinero en efectivo.

Operaba, principalmente, en Quintana Roo, pero también en Puerto Vallarta, Jalisco, y Bahía de Banderas, en Nayarit.

Su presunta red está conformada por rumanos y rusos, con quienes comenzó a realizar los atracos desde hace 10, cuando Tudor llegó a la Riviera Maya. Esto luego de que en Roma fuera encarcelado por introducir un chip a un cajero automático.

Ya en la Riviera Maya (Cancún, Sayulita, Playa del Carmen, Cozumel y Tulum) armó a sus clonadores de tarjetas.

En febrero pasado, el caso acaparó las portadas y titulares de los medios debido a que los fraudes bancarios se habían extendido a la península de Baja California. Además, el grupo presuntamente encabezado por Tudor se habría aliado con el Cártel de Sinaloa.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), a través de su cuenta de Twitter, celebró la detención y dijo que era un caso denunciado en su momento por la UIF en una investigación conjunta con diversas instituciones.

Un día después, el viernes 28 de mayo, Florian Tudor fue tema durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que la extradición del rumano sería rápida. Evitó dar una fecha, pero explicó que “nosotros estamos apoyando y tenemos que participar con la FGR, de ahí dependemos; los tiempos, los movimientos, dependen de la fiscalía, nosotros lo que hacemos es acompañar el proceso, pero yo creo que va a ser muy rápido”.

Funcionarios de la FGR indicaron que aún falta que Rumania presente formalmente la petición de extradición, para lo cual tiene un plazo de 60 días.

Pero ese mismo día, los buenos augurios y celebraciones fueron eclipsados por un juez federal que frenó el traslado del rumano. Desde el Juzgado Décimo de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México “se concede de oficio la suspensión de plano para el único efecto de que no se ejecute la extradición, debiendo quedar el quejoso en cuanto a su libertad personal a disposición del juzgado de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, en turno, al que se considera legalmente competente”.

Es decir, el juez en materia administrativa se declaró incompetente para llevar el caso y lo pasó a un juzgado en materia penal.

Ante estas contradicciones que aparecen tras la detención de El Tiburón, hay que mencionar que en México no hay carpetas de investigación en su contra, si bien hubo una detención, fue más por la petición que hicieron autoridades judiciales de Rumania, que por los delitos que haya cometido en nuestro país, pese a los dos años de investigación que ha hecho la UIF.

¿Será este caso de Florian Tudor, experto en manejar las leyes a su antojo y de amedrentar periodistas, otro más de justicia inútil?