Bibiana Belsasso

La manipulación de las cifras

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso
Bibiana Belsasso
Por:

Las cifras de la Secretaría de Salud con respecto al Covid-19 nadie las entiende y eso se hace con toda intención para confundir a la gente.

México está a punto de llegar a los 90 mil muertos confirmados oficialmente por Sars-Cov-2, aunque el número real de decesos podría ser mucho mayor.

El pasado lunes, el director general de Epidemiología, José Luis Alomía, informó que la cifra de defunciones era de 86 mil 338 personas; sin embargo, dijo que el número de muertos ascendería a los 101 mil 096, ya que había unos casos sospechosos con posibilidad de resultado, otros miles sin muestra y otros, miles también, no contaban con posibilidad de resultados.

¿Usted entiende? La verdad es que yo no, y tampoco entienden nada los actuales funcionarios de la Secretaría de Salud en nuestro país, empezando por el Dr. Hugo López-Gatell. Y es que el número de defunciones en México ha sido desastroso. Pero estas cifras podrían ser incluso más altas, porque muchas personas ante la altísima cifra de defunciones en los hospitales públicos prefieren quedarse en sus casas, a morir ahí.

El director de Epidemiología de la Secretaría de Salud apuntó que, hasta el 19 de octubre, dos millones 187 mil 985 personas habían sido estudiadas, de las cuales 854 mil 926 fueron casos confirmados y poco más de un millón han dado negativo a Covid-19, pero son números que dicen poco o nada de la gravedad del problema, ya que, a falta de pruebas, la expansión real de los contagios es una incógnita.

Tener una estrategia clara con números reales y verificables de contagios y muertes es clave para hacer frente a una posible segunda ola del virus, tal y como está pasando en Europa. Actualmente, en México, al menos ocho estados presentan un repunte en el incremento de contagios; mientras que, en redes sociales, diversos médicos han reportado un aumento en las hospitalizaciones durante las últimas horas.

Según el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, desde mayo se había vaticinado el escenario de rebrote en México para octubre: “Desde mayo planteamos la posibilidad de que cuando llegáramos a octubre habría un rebrote, un repunte, un cambio en la tendencia hacia tener más casos”.

La pregunta es ¿cuál ha sido la estrategia o qué medidas se han implementado en esos cinco meses que vaticinó el rebrote?

En su mensaje del pasado 12 de octubre, la Organización Mundial de la Salud señaló que “muchos países han utilizado ese tiempo para elaborar planes, capacitar al personal sanitario, distribuir suministros, aumentar la capacidad para realizar pruebas, reducir el tiempo de las pruebas y mejorar la atención de los pacientes”.

¿Y el subsecretario de Salud qué ha hecho?

Se han ahorrado millones de pesos en pruebas, cuando podrían aislar a las personas que contagian, y disminuir el número de enfermos por Covid-19. Ha desestimado la aplicación de pruebas masivas y el uso del cubrebocas.

Para ellos los muertos no existen, y cuando son criticados por el mal manejo de la pandemia simplemente dicen que quienes los critican son sus adversarios.

El aparente ahorro de dinero que implementa el Gobierno federal para hacer frente a la pandemia le está costando caro a nuestro país, que se ubica en la cuarta posición a nivel mundial en número de muertes, sólo detrás de Estados Unidos, Brasil y la India, que son países con una población mucho mayor que la nuestra.

Aumentan contagios

Desde hace un mes, los casos en Chihuahua, Querétaro, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí y Nuevo León han incrementado hasta 444 por ciento.
Desde hace un mes, los casos en Chihuahua, Querétaro, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí y Nuevo León han incrementado hasta 444 por ciento.Foto: Cuartoscuro

Para el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, las cifras dadas a conocer todos días por la prensa, las cuales por cierto son con base en los números que él mismo da a conocer en sus conferencias diarias, están equivocadas y sólo reflejan “un pobre entendimiento de la realidad que está viviendo el país”.

Primero fue el Modelo Centinela de Vigilancia Epidemiológica, el cual consistía en recopilar una muestra representativa de los casos de Covid-19 en el país, con datos que permitían estimar la magnitud del problema, documentar su distribución y propagación para elaborar planes y estrategias para enfrentar la situación.

Es decir, el Modelo Centinela no recopilaba todos los casos existentes en México, sino que realizaba una muestra representativa proveniente de los centros comunitarios u hospitales generales, en los cuales se atiende una población representativa de los diferentes grupos etarios y socioeconómicos, tomando en cuenta factores demográficos y climáticos.

A finales de mayo, la metodología evaluaba cuatro factores: Tendencia de ocurrencia, de hospitalización, porcentaje de ocupación hospitalaria y detección de casos nuevos.

Con este modelo, todos los estados, excepto Zacatecas, se encontraban en semáforo rojo debido al aumento de contagios: “Conforme se detectan más casos, la epidemia está más activa”, dijo entonces el subsecretario.

Una semana después, el 5 de junio, se renombró el indicador de “detección de casos nuevos” a “porcentaje de positividad”. Con esta cifra derivada del número de pruebas aplicadas y confirmadas positivas, todos los estados se ubicaron en rojo.

Seis días después, la metodología tuvo otra una variante: La ocupación hospitalaria tendría el mayor valor que el resto de indicadores, con 50% del cálculo, mientras que la tendencia de casos y de hospitalización representarían 20% respectivamente, y 10% la positividad del virus.

También se agregó una “calificación ponderada”, es decir, una escala con puntajes para determinar el color del semáforo. Así, con la evaluación de los cuatro factores, 16 entidades pasaron de rojo a naranja, aunque 11 de ellas mantenían la misma tendencia en los casos positivos o incluso iban al alza.

Pasar a semáforo naranja permitió a los estados reactivar su economía, aunque el cambio no representaba una disminución en la tendencia de contagios.

A principios de octubre volvió a cambiar la metodología al integrarse a las estadísticas diarias los "Casos confirmados por Asociación Epidemiológica", con lo que se contabiliza a las personas que cumplan con la definición operacional de "caso sospechoso de una Enfermedad Respiratoria Viral”, sin muestra de laboratorio y que hayan tenido contacto en los 14 días previos al inicio de síntomas con un caso o una defunción confirmada.

Bajo este mecanismo,Sonora, Estado de México y la Ciudad de México eran las entidades con más casos confirmados de Covid-19.

Lo cierto es que aun con el cambio de metodologías, la realidad sobre muertes y contagios podría ser mucho mayor, de acuerdo con el propio López-Gatell: “La cantidad de personas fallecidas por Covid podría ser mayor; se habla de tres veces más de las que presentamos aquí cada noche, pero se ha dicho varias veces. Podríamos hacer un video como el de la epidemia larga que se llame Tres veces más”.

Saque usted sus propias conclusiones, pero hoy le aseguro que usted ya sabe de por lo menos una persona que ha fallecido por Covid-19. El virus está cada día más cerca de nuestro entorno y la vacuna que esperábamos para octubre todavía tardará en llegar.