Bibiana Belsasso

La polarización y el odio

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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No es una fórmula nueva para poder conservar el poder, desde el gobernante romano Julio César o el emperador francés Napoleón lo han hecho. En política y psicología, divide y vencerás o dividir para reinar es ganar se ha venido haciendo desde hace siglos.

Es una manera de mantener el poder mediante la ruptura. Y es que la estrategia está en romper las estructuras de poder del pasado inmediato y evitar la vinculación de los grupos de poder más pequeños.

Las máximas en latín, dividen et impera, (divide y domina) es exactamente lo que ha hecho el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde sus campañas políticas y le han dado resultado. Tan es así que ganó en el 2018 con una mayoría que ni él mismo o la gente de su movimiento anticipaban.

La marcha del día de ayer claramente fue acentuar la polarización que se ha venido dando en nuestro país. Y esta polarización social será el principal desafío de los mexicanos durante la gestión del Presidente López Obrador, en la medida en que el mandatario no logre avanzar en su agenda, se irá radicalizando.

No es nuevo que en México exista una polarización, y es que vivimos en un país profundamente desigual, con una brecha de desigualdad enorme.

El 10% de los mexicanos concentra el 79% de la riqueza del país, El Reporte Mundial de la Desigualdad 2022 indica que México es una de las 20 riquezas del mundo, pero también una de las economías más desiguales.

Hoy, el 50% de los mexicanos continúa en su lucha cotidiana contra la pobreza. En el caso de las mujeres el golpe es mayor, porque según el informe la participación del ingreso laboral femenino en México es apenas del 33 por ciento.

Según el mismo informe 1.7 millones de capitalinos sufren pobreza extrema. La pobreza urbana es quizá la que más lastima a la sociedad. En las rancherías los niños tienen espacio para jugar y recrearse, la pobreza urbana provoca hacinamiento y por eso hemos visto como aumentó el índice de violencia doméstica y de abuso sexual durante la pandemia.

En un informe del Imco, centro de investigación en política pública, publicado hace unos meses, explica lo que es la llamada pobreza multidimensional que se calcula a partir de la información que el Inegi recaba cada dos años a través de sus encuestas. Una persona se encuentra en pobreza multidimensional cuando tiene al menos una carencia social y sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades.

También está el cálculo pobreza multidimensional extrema. En este grupo se encontrarán quienes tengan tres o más carencias y tengan un ingreso tan bajo que, aunque lo dedicaran por completo a la adquisición de alimentos no podrían tener los nutrientes necesarios para una vida sana.

La última lectura de este indicador mostró que en 2020 se encontraba en pobreza multidimensional 43.9% de la población, 55.7 millones de personas, y en extrema 8.5%, equivalente a 10.9 millones de personas. El incremento en la carencia de acceso a la salud fue la que mostró un salto importante ese año, pasó de 16.2% de la población en 2018 a 28.2% en 2020.

¿Funciona para conservar el poder?

Miles de personas acudieron al llamado del Presidente López Obrador para marchar en la Ciudad de México, ayer.
Miles de personas acudieron al llamado del Presidente López Obrador para marchar en la Ciudad de México, ayer.Foto: Cuartoscuro

En México, la pobreza ha aumentado, con estas desigualdades por supuesto que va a haber polarización y el discurso del Presidente López Obrador le funciona con la gente que tiene la esperanza en poder tener una mejor calidad de vida.

La marcha de ayer fue un éxito para el Presidente López Obrador. Miles de personas lo acompañaron en la caminata con motivo de sus cuatro años de Gobierno. Las calles principales de la capital del país lucieron repletas de personas en un recorrido que fue del Ángel de la Independencia al Zócalo y pasara por avenidas como el Paseo de la Reforma y Juárez. El Zócalo capitalino se llenó y superó la marcha en defensa por el INE de hace unas semanas.

El mandatario había convocado a la marcha de este domingo 27 de noviembre a fin de “ver si la gente está contenta” con su gestión y con la denominada Cuarta Transformación de la vida pública en México.

Y rechazó que esta movilización, que trasladó en camiones a miles de personas provenientes de otros estados del país, se tratara de una respuesta a la marcha en contra de la Reforma Electoral del 13 de noviembre, en la que participaron servidores públicos de oposición.

Y nuevamente, el día de ayer, la polarización, la gente que tiene miedo a perder la democracia en nuestro país también se manifestó vistiendo de rosa o blanco en su día cotidiano.

Pero la marcha de ayer fue una realizada y apoyada desde el Estado. De la habilidad política del Presidente nadie duda, convocar y hacer movimientos como el que vimos el día de ayer es algo que sabe hacer muy bien.

Esa misma habilidad deberían de utilizarla para mejorar la vida de millones de mexicanos, aquellos que son más del 50 por ciento que todavía viven en pobreza, aquellos que no tienen comida o medicamentos.

Urge una estrategia para acabar con la pobreza, porque el odio que se está generando entre los mexicanos no les está ayudando a esa gente que tanto apoyo necesita. El discurso funciona y muy bien para los gobernantes, pero los ciudadanos de todos los estratos socioeconómicos perdemos y mucho. México pierde.