Bibiana Belsasso

Vuela alto Pablo

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Se ha ido el gran Pablo Milanés, creador de la trova y acompañante de muchos de nosotros en noches de bohemia.

Madrid fue su casa desde hace cinco años debido a la enfermedad que lo aquejaba, pero su corazón y mente estaban con los miles de compatriotas, a quienes deseaba ver en una Cuba libre, lejos de la represión.

Pablo Milanés murió a los 79 años este lunes 21 de noviembre, luego de darse a conocer que padecía una enfermedad oncohematológica, tenía un frágil estado de salud y sufría.

Desde los años noventa pasó por 29 operaciones, trasplantes de órganos y enfermedades de tipo renal y óseas, entre otras. En Madrid encontró su último hogar, donde tenía decenas de amigos.

Fue creador de lo que se conoce como la Nueva Trova, junto a otros reconocidos artistas como Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Es un movimiento dentro de la música cubana que emergió durante los años sesenta, después del establecimiento de la Revolución cubana.

Milanés nació en Bayamo, el 24 de febrero de 1945, comenzó a cantar a los cinco años y pronto se trasladó a La Habana con sus padres, donde estudió en el Conservatorio municipal.

A principios de los años 1960 compuso algunos de sus primeros temas, como “Tú, mi desengaño” y “Mis veintidós años”.

Abrazó el cambio de régimen que llegó con Fidel Castro, pero no tardó mucho en darse cuenta en lo que realmente se transformó “la isla”, por ello, se alejó de los castristas, pero nunca de su pueblo, de su gente.

En un documental publicado en 2019, el cantautor reconoció que siendo un veinteañero experimentó el desengaño: “Cumplía con mis deberes ciudadanos y como revolucionario también, pero se estaba operando cierto orden represivo que a mí no me gustaba”.

A los 23 años, durante el servicio militar, fue destinado a las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), era un campo de trabajo para homosexuales, religiosos y jóvenes de conducta estimada no revolucionaria, donde se pretendía reeducarlos.

Milanés fue enviado allí por expresar ideas discrepantes con el oficialismo, según contó en entrevistas en las que recriminó al gobierno no haberle pedido disculpas por este episodio.

Una de esas entrevistas fue para el diario chileno La Tercera, Milanés habló de las UMAP como “un asunto muy oscuro de la historia de la Cuba revolucionaria”, adonde miles de jóvenes fueron enviados a “reeducarse” por órdenes de Fidel Castro.

Describió esos campos de concentración, donde dijo que hubo 50 mil jóvenes. Las UMAP funcionaron entre 1965 y 1968 y Pablo Milanés estuvo en uno de esos centros sometido a trabajos forzados, pero logró escapar y huyó hacia La Habana, donde luego fue encarcelado por desacato.

Sentido adiós

Músicos cubanos rinden homenaje a Pablo Milanés, en un concierto en La Habana, ayer, en memoria del cantautor fallecido la noche del lunes en España, a causa de cáncer.
Músicos cubanos rinden homenaje a Pablo Milanés, en un concierto en La Habana, ayer, en memoria del cantautor fallecido la noche del lunes en España, a causa de cáncer.Foto: AP

Pese a su vivencia en ese campo, Pablo Milanés siguió creyendo en la revolución, porque aseguró que era un revolucionario, sin importar que el régimen no lo fuera.

En 1967 se unió a Silvio Rodríguez y Noel Nicola y comenzó a escribir canciones de contenido político, porque además de amar a sus amigos y familia, deseaba la libertad.

Con la Nueva Trova combinó ritmos populares de la isla con contenidos políticos afines a las ideas de los movimientos de izquierdas de la época.

En 1985 grabó uno de los discos más célebres de su carrera, Querido Pablo, en el que participaron músicos cercanos a Milanés, como Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Mercedes Sosa.

La música de Milanés abarcó diversos géneros y estilos, desde el son cubano y la canción de protesta, y es considerado uno de los artistas más importantes de América Latina.

Grabó decenas de discos, musicalizó películas y a poetas como César Vallejo, Nicolás Guillén y José Martí. En 1985, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez y otros, le rindieron un homenaje en el álbum Querido Pablo. Acreedor de dos Grammy Latinos por mejor álbum de cantautor (2006) y excelencia musical (2015).

Una de sus últimas presentaciones fue en La Habana, en un concierto en la ciudad deportiva, en la que asistieron cientos de cubanos.

En sus últimos años de vida, Pablo Milanés se convirtió en una de las voces críticas del gobierno de Cuba, al que señaló como fuente de “represión” y “hambre”, y se mostró favorable a un cambio político en el país.

Pero nunca dejó de amar a Cuba y a su gente.

Para 2021, calificó de “irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se había sacrificado y lo había dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo”.

Indicó que “los jóvenes, que, con la ayuda de todos los cubanos, deben ser y serán el motor del cambio”.

El cantautor cubano fue hospitalizado el 12 de noviembre en Madrid por “los efectos de una serie de infecciones recurrentes que en los últimos tres meses han venido afectando a su estado de salud”, según un comunicado de entonces de su oficina artística.

A partir de ese momento suspendió varias actuaciones que tenía previstas en Pamplona, España, Ciudad de México y Santo Domingo.

Descanse en paz Pablo Milanés.