Carlos Urdiales

Los dos viajes de AMLO a EU

SOBRE LA MARCHA

Carlos Urdiales
Carlos Urdiales
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Dos narrativas irreconciliables sobre un solo hecho; el primer viaje del Presidente López Obrador fuera de México es, por la resistencia del mandatario a foros multinacionales, apremios bilaterales y a la diplomacia de carne y hueso; un hito. 

Nuestro Presidente no se pone un cubrebocas ni por accidente; tendrá que hacerlo por la nueva normativa en la aeronáutica civil. El líder que juró reclamar los groseros maltratos retóricos de Donald Trump hacia nuestro país saldrá, por fin, exclusivamente para agradecerle a Trump paros y valonas; gestionar que particulares estadounidenses vendieran a México, a precios de crisis, ventiladores pulmonares; o por rescatar al país en el seno de la OPEP con los recortes a la producción para reflotar los precios.

Trump felicitará a AMLO por el buen trabajo que la Guardia Nacional que aquí ha hecho durante su primer año de existencia conteniendo los flujos de migrantes centroamericanos so pena de imponer aranceles comerciales crecientes. También por acoger, sin chistar, a quienes intentan conseguir asilo allá que mientras obtienen respuesta los mandan para acá; o por armonizar, al cuarto para las doce las leyes del T-MEC para que el acuerdo fluya sin reclamos y controversias por nuestra desidia legislativa.

Un viaje tachado por muchos como un error porque Trump está en campaña y marcha abajo en encuestas; porque se va a aprovechar del inédito viaje para rescatar votos, para congraciarse con quienes pueda. Porque el primer ministro de Canadá no decide todavía ser comparsa; porque la entrada en vigor del T-MEC ocurrió sin necesidad de protocolos; porque no espetará uno solo de los reclamos prometidos; hoy olvidados.

El otro viaje del Presidente López Obrador es uno muy digno y agradecido; apegado a los principios de la diplomacia mexicana; inmune al proceso electoral estadounidense, ajeno a críticas de los migrantes que infructuosamente le pidieron no ir; un viaje relámpago que fortalecerá la relación bilateral que, en el último año y medio, vivió más colaboración, solidaridad y respeto a pesar de las estridencias del inquilino de la Casa Blanca.

Se trata de un periplo presidencial que no repara en los repudiados protocolos sanitarios, que muestra cómo la introversión diplomática fue pura finta; que la cadencia presidencial es estrategia, no carencia. Viaje productivo, presencia sin mensajes equívocos; ni al demócrata puntero Joe Biden, ni al congresista Chuy García o a los colectivos migrantes; luego de pisar los jardines de la Casa Blanca, AMLO demostrará que la dignidad nacional ganará, no perderá dimensión.

Dos maneras de ver un viaje que hará escala, misterioso tour organizado a partir de una declaración de Donald Trump en Yuma, Arizona, apenas hace 10 días. Acatar dicen unos, atacar con principios dicen otros.

La mentira histérica

La verdad histórica se acabó sentenció Alejandro Gertz Manero. La determinación política de la 4T y los trabajos de la nueva Fiscalía General de la República consiguieron que un juez librara 46 órdenes de aprehensión en contra de funcionarios de Guerrero por delincuencia organizada y desaparición forzada de personas y su presunta participación en el caso iguala y los 43 de Ayotzinapa.

Tomás Zerón exjefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC); piedra angular en la construcción de la llamada verdad histórica que el exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam vendió a la patria, ha puesto pies en polvorosa, se fugó; la oficina de la Policía Internacional, Interpol, emitió ficha roja por lo que a Zerón de Lucio lo buscan en 190 países.

El tercer clavo en el ataúd en el cual la 4T quiere sepultar esa mentira histérica, es la noticia de que el Ministerio Público federal ha enviado restos humanos a la Universidad de Innsbruck, Austria, mismos que obtuvieron a partir de nuevas búsquedas, recorridos y peritajes.

Vidulfo Rosales, el abogado de algunos de los padres de los 43 de Ayotzinapa festejó la detención-liberación-detención de José Ángel Casarrubias, El Mochomo, líder de Guerreros Unidos de quien el vocero asegura sabe mucho de aquella noche de septiembre de 2014.

El doctor Alejandro Gertz Manero dice que falta mucho por conocer, pero una certeza mayor tiene; la verdad histórica de Murillo y Peña, se acabó.