Daniel Alonso

Lo clásico está de moda

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Y finalmente aparece esta pequeña parte de nuestra vida, este pequeñito momento al que llamamos felicidad… gracias a la Liguilla. Atrás quedan todas las quejas, lamentos y demás improperios que el aficionado y los medios en general manifiestan durante semanas por el bajo nivel futbolístico de la fase regular de nuestro torneo. Atrás quedan los estadios semivacíos, los duelos que nunca nadie recordará y el sistema antideportivo que se rige bajo la ley del mínimo esfuerzo.

Las semifinales para beneplácito de los aficionados y claro, para la Liga MX, los duelos decisivos son los dos clásicos más importantes del futbol mexicano; por un lado, el enfrentamiento entre Monterrey y Tigres, que no tiene un impacto a nivel nacional, pero reúne a las dos nóminas más poderosas del futbol mexicano, y por consecuencia, ofrece un duelo de poder a poder. Ya lo dijo Pep Guardiola en la previa de Champions, “los equipos ganadores se mantienen ahí, porque siempre tienen a los mejores jugadores”. Por lo que es obligación de los equipos de Monterrey  siempre estar en estas instancias.

El América ante Guadalajara, el duelo que desde hace décadas es declarado como “la madre de todas las batallas”, el cara a cara de las dos aficiones que acaparan al menos el 50% de la nación. Para esta nueva edición, no sólo el orgullo y el miedo a transformarse en burla nacional durante varios meses está en juego; tanto para las Águilas como para las Chivas, el proyecto deportivo podría sufrir un fuerte revés o un impulso determinante, para el equipo que salga victorioso de la serie.

Probablemente quien tenga más que perder es Fernando Ortiz; el técnico americanista, que en realidad ha mostrado tener madera para estar al frente del club, necesita sí o sí al menos alcanzar la final para asegurar su continuidad. Conocemos el temperamento del dueño de las Águilas y una eliminación ante Chivas sería más que suficiente para colmar la paciencia. La máxima que rige la filosofía del equipo es siempre aspirar al título, dicha exigencia es de conocimiento del Tano Ortiz. 

Su contraparte, el serbio Veljko Paunović, tiene maravillado a toda la nación del Rebaño y eliminar a su odiado rival, le garantizaría continuar con el respaldo y confianza con la que no contó al principio del torneo. Sin embargo, sumar otro fracaso ante el América, porque ya fueron goleados en el torneo en su propia casa, significaría arrancar el próximo torneo con ese costal encima y tendrá que nuevamente remar en lodo para construir la confianza  de su plantel, y más importante, de la afición chiva. 

Desde mi perspectiva ambos técnicos han hecho un trabajo más que notable; es injusto que 180 minutos sean más importantes que meses de trabajo; pero los clásicos en instancias finales son esa prueba final, son la coronación de todo un legado y la llave a la inmortalidad. La vida y el futbol no tienen que ser justos precisamente, y si el perfil no les alcanza para superar estos desafíos, pues nada, adiós y buena suerte.