Daniel Alonso

El último hijo de Aquiles

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Ha comenzado la mejor época del año para los aficionados al futbol americano. Desde los encuentros de colegial de nuestro país y el de las universidades de EU y, por supuesto, la mejor liga deportiva del mundo: la NFL. Ésta será la primera temporada en jugarse sin Tom Brady y en la que podría confirmarse como la era de Patrick Mahomes y los Jefes de Kansas en medio de varios jóvenes que comienzan.

Aunque no todo ha sido celebración desde los emparrillados. La noticia que ensombreció el arranque de la temporada fue la grave lesión que sufrió Aaron Rodgers, quien apuntaba a liderar a unos Jets que según las apuestas, se encontraban entre los 8 favoritos para ganar el Super Bowl. La NFL había preparado el debut de Rodgers en prime time, lunes por la noche, desde la ciudad de la Gran Manzana en un 11 de septiembre que servía para conmemorar un año más del ataque terrorista que sacudió a Nueva York hace 22 años.

En ese marco espectacular y lleno de emociones, fue precisamente la gran estrella del momento, Aaron Rodgers, el último en saltar al campo con una bandera de Estados Unidos, el estadio de los Jets y sus aficionados explotaban en júbilo. Es por eso por lo que la NFL es otro nivel, por la capacidad de crear historias en cada oportunidad; pero el deporte también escribe sus propias historias, y muchas veces también están llenas de drama. La de Rodgers y los Jets será recordada como una de las más tristes que se recordarán en la NFL.

En apenas la cuarta jugada del quarterback de los Jets, las sonrisas se desdibujaron en los rostros de los fans neoyorquinos, cuando un tackle rival capturó a Rodgers y después de un mal movimiento no pudo incorporarse. Rodgers ya no pudo regresar al campo de juego y las alarmas se encendieron. Los temores se confirmaron el día de ayer con el resultado de la resonancia magnética que arrojó el tendón de Aquiles roto del pie izquierdo, por lo que el exjugador de Green Bay se perderá toda la temporada.

Esta lesión puede significar el adiós definitivo de Aaron Rodgers, quien representa el último gran quarterback de una generación que hizo vibrar a la NFL, con nombres como de Drew Brees, los hermanos Peyton y Eli Manning, Joe Flacco, Ben Roethlisberger y, por supuesto, Tom Brady, todos ganadores al menos una vez de un anillo de Super Bowl. Estos jugadores libraron batallas dignas de la mitología griega y para muchos, es precisamente Rodgers la competencia directa de Brady, incluso para muchos, el estilo y brazo de Aaron supera el del multicampeón con Patriotas.

Luce muy difícil que el mariscal de campo de los Jets retorne a los campos de futbol americano, ya que está cerca de cumplir los 40 años de edad y la exigencia física de la NFL es vital para competir; pero tampoco hay que descartar que Rodgers se aferre a regresar, porque si de algo es conocido, es por su carácter terco y competitivo, y el primero que no aceptará que una flecha en su tendón sea la que finalice de esta manera una carrera brillante, es el propio Aaron Rodgers, uno de los mejores quarterbacks de la historia.