Eduardo Nateras

Cuauhtémoc Cárdenas en el ITAM

CONTRAQUERENCIA

Eduardo Nateras*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Eduardo Nateras
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El día de ayer —ante un auditorio lleno— se llevó a cabo la presentación del libro Por una democracia progresista. Debatir el presente para un mejor futuro, a cargo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano —autor de la obra—, en el marco de la conmemoración de los 30 años de la licenciatura en Ciencia Política del ITAM.

Tras una introducción por parte de las y los comentadores del libro, el ingeniero Cárdenas tomó la palabra para hacer un breve recuento del contenido de su obra —un ágil recorrido por la historia política mexicana desde el último cuarto del siglo XIX hasta los años previos a la transición democrática—, para llegar a una serie de reflexiones absolutamente vigentes sobre el momento histórico y político en el que vivimos.

En opinión de Cuauhtémoc Cárdenas, la situación actual del país requiere de mucho diálogo entre los diversos actores del ámbito político y social, sobre los aspectos más relevantes de política pública y programas de gobierno —diálogo que, lastimosamente, no se está dando.

Recalcó la relevancia de que el Estado esté presente en las diversas actividades productivas y de la necesidad de su rectoría para el desarrollo del país, pero no como un actor único, sino a manera de regulador entre los intereses de entidades públicas y privadas. De igual forma, comentó que la única manera de atender necesidades sociales es por medio de inversión —pública y privada— en diversos sectores —como en el educativo y el energético—, y mencionó la necesidad de una nueva reforma fiscal con políticas progresivas de recaudación.

Por otro lado, enfatizó su rechazo a que las fuerzas armadas se hagan cargo de labores de seguridad pública y, por el contrario, sugirió un plan de acción en el que se delimite de manera puntual las responsabilidades de cada nivel de gobierno, para retornar dichas labores —paulatinamente, para evitar vacíos de poder— a instituciones de seguridad civiles.

El ingeniero Cárdenas —sobre cuyos hombros recaen 87 años de vida, una gubernatura, tres candidaturas presidenciales y haber sido el primer Jefe de Gobierno electo democráticamente de la ahora Ciudad de México— se negó reiteradamente a encasillar los sistemas de gobierno por ideologías e instó —más bien— a revisar el contenido de las propuestas o programas de cada uno de ellos.

Al respecto, mencionó que no se puede hablar de una izquierda única, pues las hay las que buscan la imposición de ideas, las que hacen uso de medios no legítimos en su ejercicio o las que buscan beneficios sociales. Con todo, lamentó la ausencia de liderazgos y de propuestas para el desarrollo económico y educativo del país.

El evento organizado por la representación estudiantil Legado de Ciencia Política –en colaboración con el Centro de Estudios Alonso Lujambio y con la dirección de la carrera—, fue una verdadera bocanada de aire fresco en el debate abierto de ideas, en una época en la que los foros plurales de discusión no son precisamente abundantes. ¡Enhorabuena por la organización del evento y por la conversación sostenida!