Eduardo Nateras

Ómicron, el nuevo desafío

CONTRAQUERENCIA

Eduardo Nateras *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Eduardo Nateras 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En la recta final del año, el mundo se enfrenta a dos realidades completamente disímbolas: la relajación generalizada de medidas sanitarias entre gobiernos y población, a la par del surgimiento de una nueva variante de Covid, que enciende alarmas mundiales.

No cabe duda que, tras el segundo año en pandemia, las sociedades de todas las latitudes tienen la urgente necesidad de volver a una convivencia lo más cotidiana posible. Esa necesidad, acompañada de un enorme deseo, se ha generado —en buena medida— por el avance en los programas de vacunación que cubren a una sección de la población, mundial aparentemente mayoritaria. Esto, a su vez, ha provocado una disminución en el número de contagios y –consiguientemente– de muertes, y ha aligerado la presión de los sistemas de salud de los países.

Así, a mediados de octubre pasado regresaron —formalmente— los eventos masivos en México. Y, unas semanas más tarde —apenas el 8 de noviembre—, finalmente Estados Unidos determinó dar luz verde a los cruces fronterizos terrestres con México, tras 19 meses de suspensión. Todo ello como parte de la imperiosa necesidad de reactivación económica y de un retorno a la interacción social.

En este contexto, hace poco más de una semana se anunció la detección en Sudáfrica y Botsuana de la variante Ómicron de coronavirus, caracterizada por su elevado número de mutaciones, que la haría más transmisible y menos susceptible a las vacunas existentes, y que podría llevar a la población mundial a nuevos picos de contagios, en una época del año, de por sí, caracterizada por un aumento de reuniones familiares y sociales. No es coincidencia que hace precisamente un año, se tocaran máximos históricos de propagación y decesos.

Si bien aún hay incógnitas sobre su grado de virulencia y transmisibilidad, existen ya algunas pruebas que sugieren que esta nueva variante puede reinfectar con mayor facilidad. Por lo pronto, ya se registran casos en una veintena de países de África, Europa, Asia y América, lo que ha desatado preocupación entre los gobiernos y ha llevado a retomar medidas estrictas de confinamiento —de manera total, en el caso de Austria—, restringir vuelos provenientes de ciertos países de África o, incluso, decretar un nuevo cierre absoluto de fronteras —como es el caso de Australia, Israel o Japón—.

Entretanto, surge una nueva discusión sobre qué tanto el surgimiento de esta nueva variante ha sido provocado por la desigualdad en la distribución de vacunas entre países subdesarrollados, y su acaparamiento por parte de las principales potencias. No es casualidad que la nueva cepa surgiera en África —caracterizada por tener los menores índices globales de vacunación—, con una mayoría poblacional aún sin inmunizar, lo que abre las posibilidades al virus de mutar más fácilmente.

Por lo que respecta a México, sólo es cuestión de tiempo para que la nueva variante nos alcance. Por lo pronto, ya se anuncia la aplicación de refuerzos de vacuna para personas adultas mayores, en tanto la apertura de actividades sociales continúa. Al tiempo.