Mejor no lo diga

DESDE LAS CLOACAS

El Duende
El DuendeLa Razón de México
Por:

“Para qué te digo que no, si sí” parece chiste, pero es real. Así me responden cuando pregunto en los pasillos del poder si la persecución del Gobierno contra algunos medios y si la cólera contra ellos, así como las investigaciones tributarias, fue desatada por pisar callos familiares.

Entonces pensé, si usted se entera de que el Gobierno, a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano, asigna un contrato por 89 millones de pesos para la remodelación del Estadio de las Guacamayas de Palenque, fundado y dirigido por Pío López Obrador, el hermano del Presidente, quédese callado y mejor no lo diga.

Si en sus manos está un video en el que se ve a ese mismo hermano incómodo recibiendo fajos de dinero para impulsar la campaña del entonces candidato presidencial, mejor guárdelo en un cajón o destrúyalo, no lo publique, olvídese de denunciar actos de corrupción al más alto nivel, o aténgase a las consecuencias.

Porque aunque nos hayan prometido que no meterían las manos al fuego ni por la familia, o por los hermanos y hasta por los hijos, ya ve usted que eso no es del todo cierto.

Y ya que andamos en el contexto de las campañas, si a sus manos llegan contratos signados por el actual secretario particular del Presidente que demuestran que durante 2018 contrató empresas fantasma para eventos y anuncios del hoy Jefe del Ejecutivo federal, déjelos pasar. No vale la pena.

En un país peligrosísimo para los migrantes, es posible que usted recabe testimonios y documentos que dan cuenta de secuestros masivos a su paso por estados del norte del país, pero mejor no los publique.

Tristemente, en estos años, es mejor quedarse callado, porque hasta la CNDH —el órgano garante de los derechos—, como el de libre expresión y a estar informados, le puede quitar hasta su trabajo. Piénselo, es mejor contribuir al silencio en el que desde el poder quieren sumir a los medios de comunicación.

Si sabe de estudios que adviertan de ecocidios depredadores inminentes en paraísos naturales como la selva maya, a causa de la construcción del proyecto del sexenio, no les haga caso, a nadie le importan los daños que vaya a ocasionar un capricho presidencial en forma de tren.

Sobra decir que no se lo digo en serio y espero que los párrafos anteriores los haya leído como lo que son, una ironía. Aunque venga el SAT a revisarle las cuentas, aunque le quiten la publicidad, aunque arremetan contra usted desde la tribuna de las mañaneras un día sí y el otro también, NUNCA SE QUEDE CALLADO.

En el baúl. Se fue Ricardo Bucio de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. O más bien “lo fueron” desde Palacio Nacional, sé de buena fuente que lo veían como un funcionario del “viejo régimen” como un emisario de los adversarios. Cuánta paranoia en apenas dos años de gobierno.