Desató furia femenina el “muro de la paz”

PULSO POLÍTICO

Francisco Cárdenas Cruz
Francisco Cárdenas CruzLa Razón de México
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El llamado “muro de la paz”, con el que se buscó proteger el frente de Palacio Nacional durante la marcha feminista por el Día Internacional de la Mujer, desató la furia de grupos de colectivos feministas que lograron derribar varias de las vallas metálicas, hasta que fue dispersado con gas pimienta por policías parapetados que con escudos en mano lograron impedir que llegaran hasta las puertas del amurallado inmueble en el que vive y despacha el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

No fue “el pueblo bueno y sabio”, sino policías y soldados ubicados en el interior y en la azotea con rifles “antidrones” en la mano, los que lograron proteger el histórico recinto, al que llegaron las miles de mujeres que marcharon desde el mediodía de la Estela de Luz en el Paseo de la Reforma y del Monumento a la Revolución rumbo al Zócalo capitalino, para exigir que cese la impune violencia contra ellas.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Con todo y llamados a evitar violencia y ofrecimientos de las autoridades de que no habría represión en la marcha de ayer, varias mujeres, entre las que figuraron reporteras gráficas de medios de comunicación y más de una veintena de policías, mujeres y hombres, resultaron golpeadas y algunas hasta heridas, aunque no de gravedad, en forcejeos y enfrentamientos que se registraron a lo largo de las movilizaciones de integrantes de colectivos feministas.

Aún cuando al paso de la marcha algunos inmuebles que no fueron protegidos con vallas metálicas, resultaron dañados, pintarrajeados y con cristales rotos, en algunas de las calles que desembocan en la Plaza de la Constitución, en tanto que en algunas ciudades del interior de la República también se llevaron a cabo nutridas movilizaciones femeninas, en los que algunos lugares se reportaran incidentes graves.

La silenciosa respuesta dada el fin de semana por las integrantes de algunos colectivos feministas por el “muro de la vergüenza” instalado en Palacio Nacional, convirtiéndolo en un mural en el que en las vallas metálicas escribieron los nombres de algunas de las miles de víctimas de la violencia de género en el país en las que llegaron a colocar ramos de flores en su memoria, desaparecieron por el derribo de algunas de aquellas.

Estefanía Veloz, activista que militaba en Morena, puso el ejemplo a muchas de sus hoy excompañeras y anunció su renuncia al mismo “en congruencia con los principios y en solidaridad con todas las víctimas de abuso sexual a las que no les han creído”, en clara alusión a las que presentaron denuncias contra Félix Salgado Macedonio.

¿Qué “infiltrados” agredieron a policías en la marcha feminista, como se dijo anoche?